Interludio en la oscuridad -10-

Si es la primera vez que te encuentras con este fic, entra AQUI... para leerle desde el principio.

Perdon por la tardanza XD habia perdido el hilo de la historia, esta vez con la ayuda de una amiga que se encargo de corregir y editar mis horrores de ortografia y dramatica jajaja. en lo que pudo de ante mano muchas gracias Saya-chan.
Otra cosa, al parecer prefieren que suba los mangas en submanga.com, asi que comenzare a subirles ahi, sin embargo si puedo y me da tiempo lo subire tambien aqui, dentro de poco subire otro manga igual de interesante que los anteriores XD.
Capitulo 10
Autor Kitsune Alys
Editor: Saya-chan
Latía acelerado un corazón cansado, en su rostro una sonrisa dolorosa disimulada se asomaba, en sus labios aún quedaron impregnados besos agridulces sazonados con un toque de mentira, en qué momento su camino había desviado, en qué instante el amor dejó de ser un arma y comenzó a colarse por su alma, como ladrón nocturno que con alevosía y ventaja le arrebató la poca humanidad que guarecía para algún momento crucial.
En su cuerpo aún tenia impregnado el agradable olor de Tomie, cerrando sus ojos podía sentir la cálida respiración sobre su cuello; si el destino fuese mas amable, probablemente otras circunstancias rodearan sus vidas, pero si era el único modo de conocerse no cambiaria absolutamente nada, aún si tuviera un terrible desenlace.

Aunque sea una mentira… El viento surcó cauteloso, danzando pomposo entre las firmes ramas de aquel gigante árbol de cerezo, arrastrando sus aromáticas flores por doquier, una sonrisa fugaz adornaba a su invitada, Criss capturó dos pétalos entre sus dedos, tan iguales, pero a la vez tan diferentes, algo imperceptible para cualquier ojo mortal.

-Esto es aburrido Criss, –bufó Eris devolviéndola a la cruda realidad. Pocas opciones ante tales situaciones, aquella ligera herida no era ningún retraso para ella, el plan consistía en seguir borrando las huellas dispersas que habían sido dejadas, aún si terminaba con el oponente que se acercaba vehemente por las ruinas de su pasado, tendría otros cabos que sueltos andarían, que algún día volverían para derrumbar la fantasía en la que pretendía existir.

Disponer de lo que estuviera a su alcance era una costumbre que venía arrastrando, su mente más serena planeó una estrategia que sin esperanza de funcionar de algún modo algo tendría que pasar, no importan las piezas en el tablero, sino la agilidad de jugador al moverlas, atando un fino hilo que conservaba en su muñequera su intención era clara: volver a su favor la trampa que en un principio era para ella.

- Después de tantos años, por fin te encontré… –canturrió esperando que hiciera algo para delatar su posición. Todavía crees que me encontraste pirado de mierda. Criss envió un mensaje al móvil de Danna, esperó un momento antes de obtener respuesta, Danna seguía con vida, Criss avanzó sigilosamente entre los escombros, pero un tiro crispó cerca de sus pies, acompañado de una ráfaga haciéndole correr entre los muros caídos.

-Vaya, vaya… nunca fuiste tan conversadora Criss - suspiró con decepción mientras renovaba la carga de su revólver- Sólo quiero lo que me robaste - indicó su otra mano donde faltaba su dedo anular.

-Lo siento, se lo di a los perros - consiente que el dedo era lo que menos le importaba.
-Que simpática –Eris rio con fastidio – te apareces de la nada después de 20 años, te llevas lo que me pertenece y finges una vida que no es la tuya- Eris caminó un poco más sigiloso– eres tan sínica y vulgar, como la perra de tu madre… - un vidrio reflejaba a Criss delatando su posición.

-Lo dice el perro que mordió el cuello de su amo - un tiro rebotó por su cabeza, jugar al gato y el perro era divertido siempre y cuando ella fuese el cazador y no la presa, repitió el mismo movimiento anticipando que Eris seguía en la misma posición disparándole sin consideración.

-En serio, te noto muy cambiada…- Eris rio perversamente- casi diría que no eres tu misma, la buena vida que llevas supongo– brincó hasta encontrarle de frente – debías estar muerta...-su voz denotaba desprecio- pero justo cuando menos lo imaginé apareciste como un fantasma…-

-Puede que sea uno…- tensó el brazo para jalar la trampa, por azares del destino su oponente se había colocado en el lugar preciso- pero no el fantasma que crees... – añadió con altanería.

-No se de donde sacas tanto orgullo –Eris le apuntó para darle el tiro de gracia- da igual… profanaré tu cuerpo hasta quedar satisfecho y buscaré la sortija aunque te la hayas escondido en el recoveco más profundo–jaló del gatillo sintiendo el precursor detonar la carga pero esta no salió.

-Lo que vez en mi, no es orgullo -Criss sonrió, pues había contado las balas que había disparado desde que se acercó, sin más levanto los brazos liberando el hilo y este soltó la ballesta que tenía varias flechas que se dirigieron hacia donde estaba Eris.

-Hija de p… Grrrr- gritó Eris al sentir que una flecha se había guarecido profundamente en su pierna, Criss saltó sobre él empujando la flecha mas profundo y la quebró.-Esto aún no acaba – gaznó conteniendo el dolor.

-Imagino que no – percibió que el viento se cortaba y apenas logró detener la flecha enemiga con la mano, un disparo le acompañó, Danna había ubicado a la arquera, ahora sólo faltaba terminar con Eris, quien le miraba perplejo.

-¿Desde cuando eres zurda?- indagó inesperadamente Eris, causando una expresión de sorpresa por parte de la compositora, que cambio su semblante a uno sombrío, su mano cubrió la boca de su oponente y un puño impactó con fuerza el esternón de Eris, provocándole la perdida de aire y haciéndole caer de rodillas ante ella.

-Ese es el problema contigo –Criss le colocó la flecha en la garganta- te fijas demasiado en los detalles.

-Soy un Fredeck -Eris sonrió zalamero, mientras sacaba una navaja oculta en su tobillo-Siempre nos fijamos en los detalles…-inesperadamente tiró un poco de tierra en la cara de Criss, atacando traicioneramente intentó apuñalarla, pero el golpe fatal que Eris tramaba fue bloqueado, haciendo retroceder momentáneamente a Criss, un giro más e intento otro movimiento, pero volvía a ser bloqueado, era claro que Eris era mas fuerte que ella, pero las ventajas suelen volverse enemigas en algunas ocasiones.

Criss tenia una visión parcial, pero al oírle tan cerca, le dio un cabezazo escuchando como crujía algo en el rostro de su oponente, Eris retrocedió sintiendo el tabique destrozado, Criss sujetó su mano intentando quitarle el cuchillo, lo cual consiguió sin percatarse que debajo de la gabardina traía otra arma y Eris no dudo en usarla poniéndola en su cabeza, ninguno de los dos se movió, una sonrisa sínica surgió de Eris al sentir el exquisito filo de su propio acero cortándole levemente la garganta cuando inclinó un poco su cabeza.

-Dime… ¿qué crees que sea más rápido, tu mano o mi dedo sobre el gatillo? –dijo Eris apretando levemente el gatillo, Criss sonrió maquiavélicamente.

Un ensordecedor disparo resonó por todo el lugar….
***

-¿Y Eris? –Tomie había terminado de empacar, pero su compañera no aparecía, su móvil entraba a buzón de voz.- Qué extraño…- vio el ir y venir de los camarógrafos y prensa que empacaba todo para retirarse.

-Oh dejó esto para ti –un sobre le fue entregado por uno de los colaboradores de la compañía disquera, Tomie lo abrió y encontró una nota con su boleto, con la simple frase de: Adelántate, llegaré pronto.

El vuelo saldría en unas horas, todos comenzaban a dirigirse al aeropuerto, también notó que Stuart no aparecía.
-Tranquila Tomie, Stuart llamó diciendo que tenía que volver antes, dejó algo pendiente en la ciudad –explicó su colega- mejor vamos almorzar algún lugar, con el resto-

-Sí, claro…-Tomie miró el reloj impaciente, esta ciudad le desagradaba demasiado, por alguna razón que no lograba recordar, sólo añoraba irse de ahí lo más pronto posible y estar junto a Eris en ese momento.

Comenzó a recoger sus pertenencias, entre ellas encontró el portafolio que Eris había dejado en el buró, al tomarlo una oscura agenda cayó al piso, recordó que Eris parecía algo apegada a ese pequeño cuadernillo recubierto de piel, le había visto escribir incontables veces en sus blanquecinas hojas.

Me pregunto si será una especie de diario… deslizó su dedo sobre la cubierta suave, con la tentación de verlo, su espeso contenido apenas era guarecido por un delgado hilo del mismo material.

-Tomie, ya es hora, los demás ya están listos – interrumpieron del otro lado de la puerta.

El vuelo fue anunciado, la gente comenzó a movilizarse pasando por el área de revisión, Tomie seguía mirando detrás de ella con la vaga esperanza de que su compañera apareciera sorpresivamente.

****
La luz del día cegó sus ojos por un instante, Stuart apenas logró ver que una sombra se cernía sobre él, una desconocida le vio sorprendida y luego simplemente lo metió más al fondo, una maleta fue empujada en el interior, el olor a sangre penetró su nariz rápidamente.

-Vaya aun respiras... ¿Por cuánto tiempo? –Sentenció Criss viendo los ojos asustados de Stuart- que lo disfrutes…-rio cerrando la cajuela de golpe y todo volvió a ser oscuridad.

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Por otra parte Eris despertó encontrándose atado y amordazado en un lugar muy angosto, olía a humedad y estaba oscuro, hasta que una luz intensa se situó a la altura de su cabeza, descubriéndose en un ataúd.

-No te vez muy cómodo –consideró Criss ajustando más las correas que lo mantenían inmóvil, Eris gruñía intentando decir algo, pero evidentemente palabra alguna surgía- creo que las cosas se salieron de mis manos, no imaginé que el tranquilizante te noqueara – le palmeó el rostro en burla.

Aquel inusual lugar, no era otro mas que su antiguo parque de juegos, al cual por las noches se desplazaba silenciosamente para disfrutar del terror de las inocentes criaturas que la familia Fredeck mantenían ocultas y prisioneras, el aroma a muerte solo confirmo sus divagaciones, mismo espacio donde infinidad de atrocidades habían sido llevadas acabo por su padre, la cabeza de los Fredeck, sin embargo la ambición y los celos llevaron al fin de ese linaje ignorando que aun quedaba algo de aquella sangre maldita.

Mientras tanto Francesca se retorcía cual gusano bañado de sal, intentando aflojar las firmes ataduras que Danna había hecho, cubrió su boca para no seguir escuchando las blasfemias que le dirigia, por otra parte Eris seguía sorprendido por tan inesperado desenlace; el piso bajo sus pies, roído por polillas y el tiempo se derrumbó por el peso de sus cuerpos, cayendo inesperadamente al siguiente piso.

Pronto Eris vio unos tanques de oxigeno apilados cerca de él, su poca visión le permitía descubrir una manguera delgada que unía cada uno de ellos con el féretro en el que se encontraba prisionero, Criss se acercó a su campo visual para señalarle a Eris que viera su muñeca, la cual añadió un curioso reloj que solamente mostraba la numeración de un cronometro.

Eris articulo algunas palabras, pero antes de que pudiera vociferar alguna palabra, la tapa fue puesta para sellarla, Criss saco un martillo eléctrico y mientras canturriaba ponía cada clavo en su lugar, Danna sólo observaba en silencio, la labor que Criss hacia con tanto esmero.

-Danna… puedes llevar a nuestra invitada al auto– ordenó Criss antes de que terminara, dejándoles solos.

Criss sonrió observando satisfecha su labor, aquella pequeña trampa le había costado una buena suma, transportarlo, construirlo y modificarlo, estaba hecha especialmente para su actual ocupante, que gritaba o al menos eso parecía, ya que el vidrio frontal se empañaba y el tranquilizante perdía su efecto.

-No gastaría mis energías con alguien tan insignificante como tú…-Criss sacó su móvil y tecleó algo.

-Maldita perra –gesticuló Eris, en cambio Criss colocó la pantalla frente a los ojos de Criss: Cada tanque contiene una hora de oxigeno, al terminar la primera hora estarás 15 min sin aire antes de que se accione el otro y el tiempo sin aire aumentará. La actitud agresiva aumentó por parte del prisionero. Lo que significaba que el tiempo era ahora su peor enemigo.

-Tú eres…-Eris no terminó de gesticular, cuando Criss se quitó el guante mostrando ambos anillos en su mano, pero los ojos de Eris no se fijaron en las sortijas, sino en la palma de esa mano que cubría el cristal, la expresión de asombro era indescriptible.

-Sólo puede existir un solo Eris – y una Criss la compositora jaló la enorme puerta de acero, dejando encerrado a Eris que golpeaba fieramente su ataúd, sus labios gesticulaban algo inexplicable pero la oscuridad cubrió la respuesta de su desconcierto, el pasado volvía a quedar oculto entre la sombras.
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El crepúsculo despuntaba cautamente, una luna menguante surgía austera en el lienzo del cielo, iluminando levemente el interior de aquellas ruinas y deslizándose misteriosamente sobre el cuadro que aún prevalecía en el salón principal de aquel desolado lugar, como los fantasmas que revoloteaban entre las sombras.

Criss avanzó entre los escombros deteniéndose por un momento en el enorme cuadro que se encontraba en la pared, su mirada se dirigía a una imagen en particular, sobre el pequeño rostro lleno de nostalgia y soledad de la joven violinista que se mantenía distante y fue capturada en firmes y delgadas pinceladas en aquel marco costoso lleno de vanidad, un inocente rostro con el corazón ennegrecido por la maldad.

- Cuando envenenas un alma, esta envenenara a las que le rodean – recitó cautamente, con la intención de tocar la irreal imagen que le devolvía la fría mirada con la que fue retratada, sin embargo Criss mantenía su estoica expresión con una mueca fugaz de dolor.

-¿Es una de tus composiciones…?- Danna cuestionó interesada, una llamita fue encendida y el humo se extendió tenuemente ocultando las facciones de la compositora.

-No, lo oí de una extraña persona… llamada Ion –musitó Criss llevando su mano al pecho para sacar una extraña botellita de cristal que resplandecía con un liquido sinuoso color carmesí- no se en que momento el rojo se volvió un hermoso color…-Criss descendió de los escalones lanzando el cigarrillo a su espalda, el cuadro comenzó a encenderse y una llamarada surgió a sus espaldas, consumiendo el viejo retrato de los Fredeck.

-Es extraño…-comentó Danna caminando detrás de ella- ¿Por qué seguía diciendo que eras su hermana?- Criss se detuvo mirando las pocas llamas que se distinguían a la distancia.

-Las personas necias sólo ven lo que desean –respondió Criss con voz neutra- E ignoran la verdad, porque se acostumbran a vivir en la mentira.

-Siempre hablando extraño…-suspiró Danna subiéndose al auto, restándole importancia al asunto. Criss miró al cielo descubriendo la ausencia de estrellas, solo esa luna que sonreía para ella.
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El avión despegó sin Criss, la luz intermitente se podía distinguir a la distancia, una parte de ella se había quedado enclaustrada para siempre en aquellas mazmorras y la otra iba a bordo de aquella enorme ave de acero que se perdía lentamente en el cielo nocturno. Criss se limito a observar como se alejaba hasta confundirse con las estrellas que tintineaban en el extenso tapiz del cielo.

Tomie observaba el asiento vacío a su lado, una sensación dolorosa recorría su cuerpo, estaba más tranquila al partir de aquella ciudad que por algún motivo le parecía tan lúgubre, cambió su mirada hacia la ventanilla donde sólo veía oscuridad.

-Debería dejar de fumar –consideró Criss intentando lanzar una cajetilla en el cesto que estaba frente a ella, vio las diminutas cicatrices que se había hecho durante la captura de Eris, miles de imágenes desembocaron en su mente, algunos fantasmas del pasado seguirían latentes aun si deseara desaparecerles, sus vidas se habían enlazado con cadenas de crueldad y dolor, sin embargo ella había aprendido a vivir con ello por ahora, pero Tomie aún desconocía que la casualidad nada tenia que ver en su primer encuentro en aquel enorme árbol de cerezo.

-Para que la luz brille debe existir la oscuridad… –Musitó Criss tirando su boleto de avión al cesto de basura.
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Existen cuentos llenos de irresistibles sueños, mismos que al crecer se vuelven simplemente un vago y sinuoso recuerdo, sin embargo en cada fantasiosa historia existe ocultamente una oscura realidad, el lobo que acecha, el ogro que aguarda entre las sombras de un puente, la manzana que jamás debes morder y el demonio que finge ser un ángel. Así que a pesar de las advertencias siguen cruzando el puente, continúan adentrándose en el bosque, siguen confiando en las personas equivocadas, las cuales hace mucho tiempo dejaron de ser humanos, ignoran aquella vocecilla que les alerta del peligro.


Como este modesto cuento del Demonio y la princesa, quien confió por segunda vez; aun sabiendo que era un demonio con rostro de ángel, que amaba tanto el fuego como la sangre, la música y la sagaz sensación de poder, aquella falsa inocencia era el reflejo de la oscuridad que le envolvía en un sutil manto lleno de agonía, la experiencia y las pesadillas se unían en sus facciones, que no solo era autora sino también formaba parte de la maquiavélica función.

Bella princesa de harapos, ¿que opción podía tener?, confundida y herida; si una mano se extendía, parecía su única salida entre la muerte y la mentira, preciosos ojos llenos de una vacía ternura, cuando un demonio sin nombre una sonrisa le ofrecía, acompañada de una salida, qué mas podía perder si las migajas de su alma en aquel calabozo se habían quedado, qué importaba un paso más, la muerte sería su mayor consuelo.

Pero sus ojos veían algo más que un desierto profundo, en ocasiones las apariencias engañan, se mostraba como un ser libre pero… era tan prisionera como ella, simplemente su jaula era diferente, pero no dejaba de ser prisión, sus dedos eran fríos y pálidos, transmitían un invierno eterno.

El olor a hierba se impregnaba en el aire; las ramas sus ropas y la piel le rasgaban, el aire frío golpeaba su pecho quemándole por dentro, veía un camino infinito y sinuoso como un laberinto, pero agotada se dejaba arrastrar entre el angosto camino.

Con la mano le vio apartar unos arbustos y con él se revelo espontáneamente una salida, la princesa incrédula ante aquella ruta de escape, tal vez su mirada cansada le jugaba una treta o tal vez era un sueño cruel que atormentaba su mente. Pero una gentil mano tomó la suya y un objeto fue depositado en su palma.

-Criss…- susurró con enigma para ella- mi nombre es Criss – con la voz entrecortada por el esfuerzo de correr por el bosque. La princesa quiso decir su nombre, pero la voz no surgía de su desgarrada garganta, sus lágrimas brotaron con tristeza.

Aquella hermosa niña que se llamaba Criss besó sus mejillas capturando una lágrima en sus labios y sonrió de nuevo con la misma expresión vacía, como algo que había ensayado igual que el resto de sus modales.

-Tomaré algo de ti…- dijo Criss sin emoción, sosteniendo un largo mechón de cabello perteneciente a la princesa, el miedo se hizo presente al ver el brillo de una navaja levantarse a la altura de su cabeza, lo único que pensó fue que había llegado la hora, este demonio no era tan malo después de todo y cerró los ojos en espera de una muerte rápida, pero esta no llego, la princesa le miro sorprendida, descubriendo un largo mechón de su cabello teñido de un espeso liquido carmesí, Criss se había cortado la mano a propósito, aun sin comprender que aquella extraño compensación le salvaría la vida.
-Tienes que irte –
¿Por qué? Pensó la princesa mientras corría sin detenerse, sosteniendo ese objeto pequeño en sus manos, ¿Por qué? Seguía repitiéndose con el deseo de mirar atrás, tenia la sensación de que ella seguía ahí viéndole huir.

Su nombre quedaría grabado para siempre en su memoria, al sentir el sutil latido de su corazón al sostener aquella mano, comprendió que detrás de aquel aspecto austero y lleno de confianza, había una pequeña niña que gritaba fuertemente por ser salvada, porque probablemente ella no eligió ser un demonio, simplemente no tenia otra opción.
Una jaula aunque sea de oro no deja de ser una prisión.
¿Por qué siento que debí tomar su mano también? Musitó sintiendo el sutil sonido del carruaje de carga que la llevaba muy lejos de aquel lugar, el objeto que le había dado, era un extraño anillo de oro, grabado con un símbolo que no comprendía pero sí la pequeña inicial que escondía. C.F.
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Unos ojos llenos de nostalgia se encontraron la palidez del techo, extendió sus brazos sintiendo el gran espacio que había su alrededor, suspiro provocando un eco diminuto por toda la habitación, se acongojó sobre las suaves sábanas que hacía rato habían dejado de tener el sutil aroma de su amante, su soledad se comparaba con la inmensidad de su entorno, no podía conciliar el sueño.
-¿Dónde estás?...-musito Tomie envolviéndose en las sábanas, haciéndose un ovillo en mitad de la noche. -Eris…- sola en aquella enorme casa, silenciosa protegiendo los secretos de su dueña, plasmado solamente de ellas dos, como si el pasado nunca hubiera existido y tan solo existieran los del presente.
-Aquí…- una suave voz interrumpió inesperadamente sus divagaciones, Tomie intentó incorporarse pero un dedo se colocó en sus labios -Estoy en casa…-
-¡Eris! – exclamó de alegría al verla, apenas logró equilibrarse para evitar caerse, sintiendo un desbordante sabor agridulce inundó sus labios lentamente, de dulces mentiras. Eris… nombre que le pertenecería mientras continuara sosteniendo la ilusión en la que tenia capturados los preciosos ojos de Tomie.

-Sí…- Eris sonrió débilmente asintiendo en respuesta, Eris tendría que ser, porque al final solo continuaba usurpando una imagen que le alejaba cada día mas de su yo verdadero, Tomie seguiría desconociendo la verdad que las une, ignorando que sus caminos se habían cruzado hace tiempo, razón por la cual Eris no pudo guardar su distancia del único ser en el mundo le salvo de la oscuridad.

Capturó con dulzura los cabellos de su amada Tomie y llevándose sutilmente un mechón sedoso a sus labios, deposito un beso en ellos con ternura; había viajado durante los siguientes días sin detenerse, con la mente en blanco, tal vez su egoísmo había sido el protagonista en los últimos eventos, y tal vez debería dejarle ir, ya no aferrarse a esa fantasía que solo llevaría a un inevitable desenlace, pero la duda siempre esta presente y entre las sombras observó a su amada, aunque dio un paso atrás, dos más le llevaron hacia Tomie y al final fue derrotada por su avaricia.

Escurriéndose como la luna a través del balcón, como ladrón nocturno acechando a su víctima, a quien ama que ya no le importaba tenerle para ella solamente.

-¿Que pasa?- las suaves palabras le devolvieron al presente y al verse de nuevo en la inocencia de aquellos ojos aligeró levemente su carga, acompañada de la calidez de una mano que acunaba su mejilla.

-Tomie… ¿Qué es lo que vez cuando me miras a los ojos?- preguntó como tanta veces, con voz pausada y neutra, Tomie sonrió amorosamente y le besó antes de decirle palabra alguna.

-Me veo a mi…-murmuró cerrando el espacio que les separaba- solo a mi…-

Eris sabía que esa respuesta era tan veraz como el secreto que mantenía guarecido en su corazón, pero su mente se nubló al sentir el tibio peso de su amada sobre ella, las manos de Tomie desprendieron la ropa que se interponía entre la suave piel que anhelaba sentir, un suspiro reprimido permanecía capturado en el pecho de Eris, a causa de la improvisada atención que le otorgaba su amante.

Esta vez se dejó llevar por la armonía que irradiaba Tomie, el deseo de admirar a Eris en una situación más intima y personal, delineando su rostro como si de un retrato se tratase, descendiendo por los delgados labios y firme barbilla continuo su viaje hacia el sur de un continente que deseaba explorar, la amnesia sería bienvenida para continuar aventurándose en el océano oscuro de los cabellos de Eris, rememorando cada línea, marca y cicatriz que permanecían ocultas en la piel.

Buscando unir sus cuerpos que se encontraban incandescentes, quemando los vestigio de sus pasados por un instante, dejando tan sólo el ahora, entre oleadas de desbordante pasión, dejándose llevar por el éxtasis que desbordaba de sus cuerpos.

El corazón acelerado revelaba que cada gesto realizado le entregaba un intenso resultado, Eris se dejo llevar por el son que Tomie tocaba, pues su labios remarcaron el camino que sus dedos habían comenzado, el suspiro escapó sin retorno para extinguirse entre los labios de su dueña, despojadas de cualquier tela que entorpeciera su travesía, continuaron libremente disfrutando la música que florecía, la noche aún continuaba pausada y lenta.

Eris solo deseaba capturar ese fragmento de ese sueño, en el recoveco mas privado de su corazón, porque en algún momento, en los ojos de Tomie sería ella quien al final se reflejaría, y esta fantasía creada para las dos se desvanecería.

El cansancio se reflejó en sus cuerpos perlados de sudor, el sueño era bienvenido, pero Eris seguía como centinela de algún navío, en espera de alguna tempestad, mirando las sombras que surgían mientras la luna llena se trasladaba lenta y misteriosa por el cielo nocturno, Tomie seguía aferrada al refugio de sus brazos.
Continuará.


8 comentarios

  1. *-*! me encanto! adoro la manera en que escribes y como desarrollas cada historia en especial esta ,espero el siguiente
    Sigue así! :3

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  2. Me gusta mucho como enlazas tus historias y la característica tan única que tienen, princesas enamoradas de demonios y viceversa. Tus historias tienen tanto de ficción como de verdad y eso es lo que las hace ser tan emocionales he increíbles sencillamente magnificas.

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  3. tu forma de narrar me encanta. es una de las mejores historias que he leído y una de las pocas que narran así, tu historia es unica y genial. tu forma de narrar y tus ideas me pregunto de donde sacas tanto. tu mente es un sin fin de ideas. por favor continualo no es bueno quedarse a medias y mas cuando vas bien

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  4. indudablemente la mejor que he leido ... me encanto ... supongo que aun falta...que emoción

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Simplemente genial! Tu historia es fabulosa de las mejores que he leido de este genero, y tu forma de narrar es digna de un libro... Ojala subas mas de tus obras (y sigas esta porsupuesto!) y si tienes otra pag por la cual las subes me encantaria saber cual es... Sigue asi, aqui tienes una fan! Saludos y besos

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  7. sin duda excelente narrativa,¿ cuando nos darás la continuación o el desenlace!!!? gracias hehehe

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  8. Ion en serio wuaooooooo
    No lo esperaba pero no era algo poco probable de creer
    Me gustan tus historias y me gustaría saber el final.
    sabes como mantener interesante la trama deseando mas mas a medidas que lees, no dejas cabos sueltos explicando todo hasta su final falta la detective que ya indagó en la vida de Eris.....
    Solo algo todas tus historias tienen ese toque tan de oscuridad. Que deja una sensación de que la relación de las protagonista siempre están en medio del bien y el mal que lo hace parecer tan increíblemente, excitante que provoca ser parte de ese mundo que describe....
    Y si te soy sincera si es solo tu imaginación no sabes lo bien que te acercas a la realidad.

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