Duelo de Amor Cap 2

Dejen comentarios Onegai ^^
Capitulo 2.

Desenfrenado vaivén de mis caderas, ante su audaz lengua que explora si tabú entre mis piernas, intentando mantener el control de mi mente aunque el cuerpo se a entregado totalmente, aferrandome a las sabanas sintiendo las descargas provenir desde dentro.

Solo podía ver sus ojos carmesí observando mí expresión, probablemente disfrutando de mis gritos por que no se detenga, para obtener una respuesta contraria dejándome a medio camino del éxtasis, apenas y puedo reprimir un gruñido de frustración cuando ella va ascendiendo por mi cuerpo.

-¿Qué pasa Marian?- su voz es hipnotizante, mientras prueba mi piel en un mapa trazado por ella hasta llegar a mis pechos donde sus manos los envuelven posesivos, haciendo evidente lo sensible que estaba- quieres que continué…-susurra en mi oreja antes de morderla suavemente,

Asentí en respuesta, pues las palabras ya no surgían de mi boca, sentí una de sus manos descender hacia el sur de mis ruegos, sus dedos reiniciaron la exploración que su lengua aviva había abandonado, en sus ahogados besos me probé, en sus ardientes ojos me refleje y a su voluntad me entregue.

Mi mano se aferraba a ella y la otra se desplegaba entre las sabanas buscando la daga con la que esa noche acabaría lo que había venido hacer, recorrí la empuñadura hasta el filo sintiendo su peligroso metal, Ion Von Frescobish, debí morir.


- Marian… te haz perdido…- sentencio ella con una sonrisa perversa mientras lambía sus dedos humedecidos- sabes tan bien como siempre…–pasando el índice sobre sus labios y sin terminar lo iniciado se incorporo de la cama sin cubrirse; dejándome acalorada y excitada.

Apreté la empuñadura de la daga solo para soltarla nuevamente, esa noche no seria, tendré que esperar un poco más, me le quede mirando mientras ella permanecía de pie observando a través del enorme ventanal, con esa sonrisa de satisfacción y los ojos irradiando soberbia, como si estuviese esperando.

Mi cuerpo comenzó a temblar, hasta que sentí una descarga electrizante de necesidad, preguntándome que me estaba pasando intente buscar respuesta en ella que simplemente me miraba con esa sonrisa, me había dejado casi al borde del clímax, conocía el comportamiento de mi cuerpo.

- Estas excitada… mi querida Marian – dijo burlonamente dejándose caer sobre el sillón aterciopelado frente a la cama, recargando su perfilado mentó sobre el puño de su mano.- adelante… seré una mera espectadora -

Maldije por dentro, pero sentía que explotaría si no apagaba ese calor, sin importarme mucho comencé a complacerme ante la ardiente mirada que estudiaba mi batalla, intentando darle la espalda para ocultar mi vergüenza ante su victoria.

-No Marian… date la vuelta - ordeno con sutileza - quiero verte y escucharte… - sabia que no podía negarme y olvidando la vergüenza me gire hacia ella mientras me tocaba, ya no importaba solo quería liberar mi cuerpo de esta manipulación y acelere mis dedos en mi interior.- No tan rápido… tomate tu tiempo para mi –

No se por que la escuchaba, su voz me manejaba, sus palabras susurrantes iban guiándome como si fuese un concierto para deleitarse, diciendo que tan profundo, que tan rápido como debía de explorarme, como si ella misma lo estuviera haciendo, hasta que mi cuerpo agotado cayo en el abismal clímax y me perdí.

Al abrir los ojos me encontraba sostenida por firmes brazos, sobre el calido pecho de un corazón que latía débilmente, levante la mirada para verme reflejada en sus ojos que parecía más calidos, sin decir palabras me acomodo en la cama y me cubrió con las suave sabanas.

Es extraña, realmente nunca se lo que esta pensando, por eso suelo verle como un ángel caprichoso, que desciende para jugar con las almas perdidas de los humanos, despiadado, frívolo y sediento, pero nunca me detuve a pensar el por que de su crueldad, ¿Por qué?

-¿El por que?- repite ella risueña, a causa de que lo eh dicho en voz alta – no intentes leerme la mente… Marian podrías caer en un abismo donde no puedo salvarte –dijo antes de cerrar los ojos y pretender dormir, tan evidente era mi duda, eso me preocupo, tal vez así de evidente era…mis intenciones, tal vez no, ella desconoce mi pasado que esta unido al suyo.

Al despertar estaba sola, el aroma a ella seguía latente en mi piel y en la cama, que soledad tan escabrosa en esa inmensa habitación de monótonos colores, opacos y grises como el futuro que conlleva al estar a lado de Ion, en silencio entre a la ducha dejando que el agua limpiara mi desvelo.

Escucho pasos en la habitación, no pude ser nadie más que ella, esa habitación estrictamente queda prohibida para la servidumbre, por eso me fue fácil colar aquella daga entre mis cosas, sin que nadie sospechara de mis oscuras intenciones.

- Ion… -murmuro su nombre sintiendo el agua calida relajar mis hombros. Era peligroso prologar mi estancia, debía actuar en lugar de dudar tanto.

-Me llamabas –obtuve respuesta y me asuste, haciéndome salir apresurada de la ducha, la encontré recargada en la pared junto a las toallas con una expresión relajada y recorriéndome con la mirada con evidente descaro, e imaginar que su modo de verme podía afectarme tanto.

-Yo… no, es que –no sabia que decir en ese momento y me quede de pie sin decir más nada, ella simplemente dejo escapar una risa modesta tomando una gran toalla para envolverme y con el índice me levanto ligeramente el mentó para que le viera a los ojos.

-Te esperare para desayunar- informo serenamente y deposito un beso casto sobre mis labios antes de salir y dejarme sola nuevamente. Es intensa, su presencia es tan intensa que apenas logro mantenerme en pie, sin querer derramo unas lagrimas, no entiendo que me esta pasando, tal vez…

Los pasillos son extensos, las paredes llenas de cuadros y esculturas como las de un museo extranjero, del otro lado los ventanales ofrecen la vista de un bello jardín, donde frondosos árboles de cerezo florecían, este lugar es realmente inmenso y a la vez desolado.

El extenso comedor me da la bienvenida junto con las serviles que abrían la puerta educadamente para mí, busque en el interior la esbelta figura de Ion, encontrando solo el desayuno para una persona.

-La Srta. Von, pide disculpas por tener que ausentarse- esa joven de expresión serena era Elena, alguien que parecía ser alguien muy apegada a Ion de un modo difícil de explicar, a primera vista me dio la impresión de que tenían una relación mucho más intima.

-¿Dónde ha ido Ion?- miro el elegante desayuno, como sacado de una revista de cocina, realmente no tenia ganas de probar bocado alguno, por muy apetecible que se viera.
-La Srta. Frescobish, se encuentra en el despacho- note el ligero cambio de tono como el modo en dirigirse a Ion.
- Gracias, Elena –digo antes de retirarme hacia el despacho, sin voltearme puedo percibir la negatividad de su parte, ese es una de las razones por la cual, supongo que hay algo más entre ellas, sin darme cuenta un diminuto sentimiento de celos suele asomarse en mis pensamientos.

Me detuve frente a la puerta de roble finamente barnizada, del otro lado la voz apagada de Ion, dude por un momento si debía interrumpirle, quedándome en solamente la intención de tocar la puerta, hasta que se abrió inesperadamente para chocar con la intensidad de unos ojos escarlatas detrás del cristal de unos delgados gafas.

Una sonrisa retorcida me dio la bienvenida, mientras continuaba hablando por teléfono y se hacia un lado para permitirme pasar, ¿Cómo sabia que estaba ahí?, eso lo ignoro, simplemente di un paso en el interior donde altos estantes llenos de libros formaban parte de la decoración victoriana.

Me deje caer sobre el aterciopelado sillón quedando anverso al enorme escritorio de cristal, Ion retornaba hacia la silla de cuero frente a el, sus ojos parecían más atentos a mis movimientos que a la conversación que tenia con aquel anónimo personaje.

-Por supuesto, acepto su cordial invitación –concluyo la llamada y el silencio reino en aquella habitación, se reclino en la silla colocando su mentón en el envés de su mano sin apartar su atención en mi, algo me incomodaba, sus ojos se volvieron oscuros y unos ligeros golpecitos en la puerta anunciaron un tercero.

-Adelante…-

-Srta. Frescobish, tiene una visita, es la hijo del Sr. McGregor- anuncio Elena mirándome de reojo- ¿Desea recibirle?-
- La hijo de McGregor- repito Ion como saboreando el nombre o tratando de recordar algo- ya veo… le recibiré en el otro salón…-

Al quedar solas, se levanto de su cómoda silla hasta situarse a donde me encontraba inclinándose levemente a la altura de mis ojos.

-¿Qué deseas Marian Damián?- aquella pregunta me tomo por sorpresa lo cual me llevo a errar en pensamientos, ante el amenazante acercamiento y el peligroso tono de su voz.

-No se que quieres decir- luche por no desviar la mirada de aquellos intensos ojos que parecía leer mis pensamientos,
- Que interesante….-susurro antes de reclamar mis labios con los suyos.- acompáñame…-

Le seguí en silencio, observando ese caminar tan natural, que imponen sensualidad y ferocidad, a cada paso que haciendo eco por el pasillo hasta el salón recibidor en donde abrió la puerta de par en par dejando se ver por las inesperadas visitas que se pusieron de pie nada más de verle.

- Ah caballeros, por favor no hay necesidad de que se paren –dijo con un tono delicado- Joven McGregor ¿a que debo el honor?-

Anthony McGregor, el hijo de un poderoso y ambicioso senador que secretamente estaba manejando negocios turbios, para prueba el hecho de que estuviera aquí y solicitando un audiencia con Ion Von Frescobish, que era como pactar con el mismo diablo.

Su descarada coquetería e insinuantes oraciones iban dirigidas hacia la escultural mujer sentada en el sillón principal, Ion sonreía serenamente incluso paresia tan dócil, pero aquello solo era una simple mascara que otorgaba como anfitriona, en menos de un latido, no encontrábamos en una lujosa limosina con esos acompañantes.

Siendo llevada por las palabras y voluntad de Ion me limite a seguirle sin opinar u oponerme ante esa dedición impuesta, una hermosa vista nos daba la bienvenida, los hombre ricos y poderosos tenia esa absurda costumbre de aquellos exagerados jardines tan solitarios y vacíos de sentimientos,

Una conversación tan casual e inocente pensaría muchos, al llegar fuimos guiadas hacia el comedor en aquel jardín, un hombre mayor de cabellos canosos esperaba con cierta ansiedad, era Isaac McGregor, que con amabilidad y respeto recibió a Ion casi besa el suelo que pisaba.

Negocios, decía Ion en espera de que Isaac fuese al punto de aquella reunión aburrida ante los ojos rubí de la invitada, sabia eso por que su pie iba deslizándose por mi rodilla mientras pretendía mantener el hilo de la conversación.

Intente reprimir un respingo de sorpresa al sentirla ir ascendiendo, le mire solicitando que dejara ese juego, pero tenia la atención en otra parte o al menos fingía hacerlo, ya que una retorcida sonrisa se fue creando en sus labios.

- Que tan profundo… puede llegar a ser el problema –comento perversamente con la doble intención en las palabras, mientras seguía avanzando entre mis muslos y yo luchaba por mantener la compostura en esa situación.

Conocedora y audaz seguía su osado camino entre mis piernas sin llegar a tocarme, provocando mis sentidos y dominando mis reacciones, ligeramente inclinaba la cabeza para mirar sutilmente el resultado de su oculta labor, pero esta vez no le deje hacer de la suyas y con una excusa me retire al tocador.

No fue necesario voltear a verla para estar conciente de que aquel movimiento iba a traer consecuencias, aun así no iba poder soportar aquella inesperada atención en medio de extraños, sentía el calor subir a mis mejillas el espejo comprobaba el sonrojo.

La fría aguda de la llave apenas podía relajarme, suspire audiblemente que empañe el cristal frente a mi, ¿Qué es lo que estoy haciendo?, mi trabajo es investigar sobre la cabeza principal de la mafia y ejecutar a Ion, sin embargo las cosas estaba torciéndose demasiado.

Debía volver antes de que Ion decidiera venir por mí, pero algo inesperado sucedería, pues en mi intento de salir fui empujada brutalmente en el interior, impactándome contra el firme azulejo de las paredes, “¿Ion?” pensé incrédula, sabia que era violenta pero no imagine que….

-Vaya, párese que sigues consiente, perra - una voz masculina zumbo en mis aturdíos sentidos y jalaron de mis cabellos, la humedad en el rostro era mi propia sangre que comenzaba a fluir y cegarme.- me divertiré un poco contigo –

-An-thony M-Mc-Gregor –desconocía el motivo de sus acciones, mientras con una navaja desgarraba mi vestido, no podía moverme de su opresión, aquel golpe me había afectado demasiado. –Ion…-

- Puedes gritar si quieres- decía burlonamente bajándose los pantalones- lo más probable que esa zorra este retorciéndose en su propia mierda-acentuó sus intenciones abriéndome las piernas con agresividad, aun con mis pocas fuerzas logre alejarle.

Busque entre mi bolso el arma que solía porta conmigo, pero mi lentitud fue mi sentencia, cuando mi rostro fue golpeado contra el suelo con furia que mi nariz iba a reventar.

- Maldita perra… supongo que te gusta de este modo- sentencio machistamente levantado mi rostro y pegándome a su miembro con violencia, no iba a permitir que una escoria como esta viviera para contar su asquerosa hazaña.

Fue tan solo un segundo cuando me perdí en unas llameantes iris, que invocaban al mismo infierno, el olor a miedo y sangre se expandía en aquel diminuto espacio, como una afrodisíaca fragancia que seduce a la muerte, esa aroma que reconocería por el resto de mis días.

Lento y sublime, podía ver los fragmentos del cristal saltar por doquier como polvo de estrellas en una fría noche de cielo despejado, como el agua se derramaba por el suelo humedeciéndome la piel junto con la sangre ajena a mí, imparable e implacable los gritos por que parara aquella tortura.

Gritos que no me dejarían dormir durante un buen periodo, unos que gozaba la anfitriona de aquella macabra película, mientras destrozaba pausadamente el cuerpo de Anthony McGregor, que aun luchando por permanecer con vida suplicaba a Ion que le perdonara.

Sonreía con crueldad, estaba disfrutando la agonía del victimario volviéndose victima, el brillo de una navaja en medio de sus piernas, era evidente lo que haría después, desee cerrar los ojos para no ver lo que vendría, pero estaba paralizada ante esa imagen.

Para desgracia o fortuna el golpe que recibí al principio me hizo perder el conocimiento y quedar atrapada en una brumosa oscuridad, con un apagado grito que se convirtió en un sutil susurro de una voz que hacia encender mis pasiones más ocultas.

- Ion…- que ironía ante la primera palabra que pronunciaba después de a ver recuperado el conocimiento, sintiendo entumecida cada parte de mi cuerpo, a excepción de una calidez que envolvía mi mano, cabellos oscuros esparcidos sobre mi hombro y ese olor tan familiar inundándome.

Ante aquella tenue claridad ofrecida por la luna que se filtraba por el balcón, pude descubrir donde me encontraba, apreté la calidez proveniente de las manos de Ion que permanecía dormida a mi lado, los vendajes cubrir las heridas, imágenes borrosas de lo sucedido rondaban mi mente después de lo sucedido.

“Ion Von Frescobish realmente hizo eso por mi…” es una persona misteriosa, llena de una escabrosa oscuridad de la cual parece gustar de su estadía dentro de ella, una a la cual se rehúsa invitarme,

Cierro los ojos y extiendo mi mano libre por debajo del compartimiento secreto donde sigue permaneciendo la daga en espera del día en que Ion se convierta en su vaina, esta noche no será… tal vez se presente otra oportunidad.
continuara...

9 comentarios

  1. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!!!
    OMG que historiaaaaa
    me encanta como escribes *w*
    esta historia es una de las mejores kque estoy leyendo *w*
    pon contiiiiiiiii TT^TT
    Atte; Yunita

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  2. muy buena la historia me gusta muxo !!! spero ke la continues pronto ^^ escribes muy bien y esta muy interesante jeje

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  3. hola buena historia sigue me encantan tus historias siempre lo ha dicho espero la conti onegaiiiii Keroflores25.

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  4. waaa !!! m ncanto la historia =D

    m gusta cmo scribes

    i spero leer prnto

    la cntinuacion ^^ ...

    wiii !!! kiero conti !!!

    nee sigele pronto siii ??? =3

    attoO. SaYuRi_15

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  5. Diosss!!
    que buena historia!!
    Ya me has hecho amar a Ion!!
    y odiar a todo aquel que este en su contra!!
    [menos a mirian xD]

    sigue que esta super bien todo.

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  6. AAAAAAAAAAAh!
    Esta muy padre siguela porfis no puedo esperar a leer la conti, espero que marian pueda aclarar sus sentimientos

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  7. woooww escribes muy bn estoy totalmente sumergida en tu historia,

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  8. increible!!!! esta bien machin, mis felizitaciones
    y pues a terminar de leer jeje
    XD

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  9. WOW ESTA GENIAL LA TRAMA ES MUY BUENA Y SABE MANTENER UN POCO ED SUSPENSO FELICITACIONES ME ENCANTA (ESTOY ATRAPADO)

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