Arte Amor Diamantes x Partida Doble

" Arte, Amor, Diamantes por partida doble"

Un día llegue a la conclusión que todas las historias son iguales, no importaba el lugar, las circunstancias o el objetivo, todo iba al mismo punto, un encuentro, romance, poco de acción, quizás algo de comedia y al final los buenos triunfan, mientras que los malos les daban por cul*,de una u otra forma, el escritor parecía tomar en cuenta siempre lo mismo.

Vale, así son todas las historias, o al menos a mi me lo parecen, quizás el puñetero final sea donde los malos se pudren y la protagonista la goza con su co-protagonista, y colorín colorado este cuento os a cagado.

Ok!... probablemente ni siquiera voy por el principio de las situaciones, y en lugar de iniciar encuentro, comenzásemos con un personaje secundario, y los protas que os den por la ostia, así es como pienso mientras en realidad...

- Venga Aishuru me teneis en ascuas,¿donde esta el jodido Diamante?- su voz exigente y su mal aliento me daban de lleno a la cara, tenia que hacer fuerza intestinal para no mostrarles el desayuno que había pillado el día de hoy.

Supongo que es un modo de iniciar, rodeada de unos gorilones subnormales con cara de matones y el tipo mal vestido que si tuviera mas dedos, mas anillos le forrarían, menos mal que soy una tia reguapa, si no el cabronete me hubiese partido los dientes.

- Veras, Señor Yahelio, eh tenido un pequeño contratiempo, así que me temo que no lo tengo precisamente en este momento- si, esa soy yo, ¿que es lo primero que pasaría por la mente de ustedes?, una joven hermosa con mucho futuro en la vida, ha sido acorralada por estos sujetos malvados.

- Aishuru, "veras" -ahora intentara pretender ser el chulo conmigo, claro con esos perros que me rodean cualquiera se intimida- teníamos un trato, tu ibas a por la joya, yo depositaba en tu cuenta, tu me la traías y fin del trato, ¿que parte de esto no entendías?-

De acuerdo!, lo admito no soy la chica buena de la historia, diría que soy el punto de partida y claro tampoco es que sea una blanca paloma, pero es que cuando algo se me daba bien, no podía evitar explotarlo, sobre todo cuando había demasiada pasta de por medio.

-Tendrá su Diamante, solo de me un poco más de tiempo, y es mas le daré una oferta que no podrá rechazar- y si no, tendría que dejar de ser atea para rogarle a cuanto santo recordara, mi abuela decía, uhm.. no precisamente la mía, "ladrón que roba a ladrón, mil años de bendición" tendría que reclamarle al tipo que se le ocurrió semejante dicho, me habían embaucado.!

-Estoy cansado de sus cuentos Señorita Aishuru... es extraño que mi pago fue puntual pero de su parte tengamos este retraso- su colonia olia a ratas de alcantarilla, definitiva mente debí desayunar algo màs ligero- es curioso que fuese retirado inmediatamente... ¿esta intentando estafarme?- "Estafar!! ooh dios para nada" pero no podía decirlo cierto, un hermoso revolver, me apuntaba a la cabeza.

Cuando huelen la muerte, no es precisamente que pase toda tu vida ante los ojos, de hecho lo primero que se me ocurrió es que morir a manos de un perdedor, no era algo digno para una Aishuru.

-Le propongo algo -y ahi voy.

- Aunque me ahorraría de problemas si la dejo al cuidado de mis hombres y terminara en los canales del alcantarillado de esta hermosa ciudad- es increíble que el tipo pudiera juntar una oración decente con ese acento italiano falso, suspire mentalmente mientras limpiaba mi garganta y usaba mi mejor arma.."hablar".

-Adelante pueden violarme, torturarme y matarme - excelente le estoy dando ideas, tiraría el anzuelo y oh Dios que lo pique- pero eso no le devuelve el diamante, su cliente tampoco estará satisfecho, pero que diría si puedo conseguirle el ojos de Orión -

Su expresión parecía pensativa, eso ya era algo, aunque podía seguir viendo la punta de la bala dentro de la cámara del revolver, no tenia intenciones de llevarme un capitulo para salir del pequeño aprieto en que me encontraba.

-¿En cuanto tiempo?- por el tono de su voz era evidente que había despertado su interés, con el dedo aparte el cañón de esa incomoda arma, las armas no son mi estilo nunca porto una, fui educada para escapar y aludir las malas situaciones.

-La exposición de joyas sera en parís, la próxima semana y adivine quien sera el invitado de honor....-

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¿Saben cuanto puede transpirar el cuerpo humano?, la respuesta es ¡QUE IMPORTA!, porque al salir de ese almacén apestoso, solo quería lavarme, olia a pescado, y probablemente nadaría con uno si no hubiese persuadido al tal Yaheli, yahelo.. o como se llamara..

-Salve Dios a los avariciosos -vocifere con alivio.

-¿Desde cuando eres creyente?- alguien me interrumpio mis apegos religiosos.

Cierto la chica que parece no a ver tenido suficientes tintes en su cabello, es Shely un ex-bailaria de clubes, muy buena por cierto, lastima que no me van las chicas que no existe atracción entre nosotras, si no igual jamas pensaría en darme un revolcón con ella, el porque estoy con ella entonces?, es fácil, tiene muchos contactos y muy habilidosa cuando se trata de conseguir información, se lleva el 40% de mis fraudulentas ganancias.


-Desde que recordé, que no me gusta el mar -, comencé a preparar equipaje- venga muevete, necesito que me compres un boleto sencillo a parís, tengo una cita con un enorme joya extranjera- le pase el folleto informativo de dicho evento.

-Exposición?, ahora resulta que te va el arte - el tono de su voz era bastante burlesco.- es por lo del diamante de ese tipo "italiano"-

-Lo que me va, ahora es que moveis ese culito tuyo y consigueme un pasaporte que el otro sea jodido- tenia que prepararme, aparte de ser una ladrona, embustera, tenia un doctorado en psicologia y fingia ejercer, para evitar a la policía que ya venia pisandome los talones.

-Ah por cierto, una detective a venido a verte esta mañana al consultorio - eso olia a problemas, hace un par de años, una sexy detective, creanme jamas pensé que existieran mas alla de una película de acción, esta era espectacular, aunque era mas como un catarro constante, que venia a recordarme que estaba sobre mi y no precisamente en el sentido que me gustaría.

-¿y que ha dicho?-pregunte con cautela pero de nada serviria.

-Dejo su tarjeta, y tambien tiene una orden para retenerte en el país...- no sonaba para nada bueno eso- ademàs... dijo que vendria a verte mañana,parece que te tiro el ojo sobre el asuntillo de las pinturas robadas en el museo que se encuentra a unas 5 manzanas de aqui, parece que sospecha de ti - ya os habia dicho que el sarcasmo me pone de malas.

-Joder... estoy frita... - lance la maleta frustrada y me tire a la cama, ahora como podia marcharme, era ser arrestada y que me dejasen como coladera en prisión o que el jodido italiano me diera un paseo por las aguas residuales de la ciudad.

Tenia que pensar el mejor modo de sacudirme a la policía, para acabarla ni siquiera había robado nada, aun. Si existiera una forma de estar en dos lugares distintos.

-Demonios...- saque la moneda de la suerte que madre me obsequio cuando niña, esta moneda era trucada, ambos lados tenía cara, así que aquel que escogiese cruz, perdería por mucho que lanzara y entonces...- Eureka!!-grite con entusiasmo.

-Mierda, Ran me haz dado un susto ¿Eureka?- Shely me miro con desconcierto- A caso haz descubierto algún tipo de cura contra el cancer?-lo irónico es que estaba fumando tras decir eso.

-Mejor que eso...- murmure para mi, saliendo como rayo del departamento y es de aquí donde empieza la verdadera historia.


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-Pedido a la mesa tres - la campanilla sonó en aviso, una joven salio del mostrador para llevan dicho pedido.

-Aquí tiene, una ensalada, dos tostadas, café negro sin azúcar - repitió el pedido al cliente que ni siquiera le presto atención.

-Reiko tienes una llamada...- la mesera miro algo sorprendida al gerente del restauran de comida rapida, no estaba contento, "llamadas personales prohibidas", y no es que tampoco recibiera alguna.

- De acuerdo ire enseguida- paso junto a su compañera- Ariel, me cubres -

-Claro - dijo Ariel pasando la barra de servicio- ¿ novio a caso?- bromeo levemente, pero Reiko ni siquiera le devolvió la palabra, y fue a por el teléfono, sintiendo la mirada del gerente nada contento.

-¿Si?- pregunto dudosa, no existia nadie que pudiera llamarle.

-¡Hola!- Excepto... una voz canturrona provino del otro lado, la expresiòn seria de Reiko no cambio pero si el color de su cara a un peculiar palido.

-Numero equivocado - a punto de colgar decidida a volver a su trabajo, antes de que le despidiera.

-Espera.. Espera Reiko!!! - la urgencia de la voz le hizo vasilar un poco, si debía continuar o de plano cortar la llamada y mudarce de ciudad. " Dicen que Alaska es bonito" pensó.-¿Asì saludas a tu querida hermanita?-

-Soy hija unica. -respondió tajante. sintiendo que le venia un dolor de cabeza, que podria ser casi cronico

-Que deconsiderada... teniendo en cuenta que eres la hermana que mas adoro- dijo la otra persona- y que eres el amor de mi vida.. y lo que daria por.....-

-Si solo llamastes para decirme tus fantasía incestuosas, sera mejor que ni te molestes- amonesto Reiko ahora con intención de terminar la llamada.

-Jop... ¿no que eres hija única? -dijo en broma.- Podemos hablar...

-¿NO ES LO QUE ESTAMOS HACIENDO?- gruño al teléfono, atrayendo la atención de algunas personas.

-Siempre ladras al teléfono...- dijo con cierto tono burlon.

-Nop. tambien puedo morderte el trasero - agrego girando los ojos en fastidio.

-¿Ahora quien es la que acosa? -uso el mismo tono que Reiko en el principio- Venga, necestio pedirte un favorcito...-pero Reiko no respondio, aunque sabia que aun seguia escuchandola- me he metido en una grande... solo tu puedes ayudarme -

-¿A quien haz estafado?-dijo con gran certeza.

-¿¡Porquè supones eso?- fingio inocencia.

-Es evidente, pequeña sabandija... no me metas en tus problemas que tengo intenciones de llevar una vida pacifica-setencion un poco impaciente.

-¿¿De Mesera??-eso fue suficiente y Reiko colgo.

- Carlos, no me pases llamadas -

-Claro, Reiko -dijo el chico mirandole algo sorprendido -¿todo bien?-

-Mejor que nunca - dijo con una tranquilidad inquebrantable, aunque estaba por los mil demonios por dentro.

-Srta. Aishuru.. le recuerdo que -

-lo siento mucho señor, Fraicher le prometo que no volvera a suceder - dijo Reiko disculpandoce- terminare mi turno, Señor -

-Mas vale que asì sea -


Termino su jornada de trabajo, era dia de paga, sus compañeros de trabajo intentaron persuadirle de ir a divertirse, pero como siempre se disculpo, tenia el mal precesentimiento que Ran no se rendiria.

-Maravilloso...-dijo apresurando el paso para coger el autobus, justo su movil comenzo a sonar insistentemente, se aseguro de ver el identificador de llamada, no era Ran, pero tampoco es que le gustase mucho quien le llamaba.

-¿Que pasa?-

-Gracias a Dios!!... que respondistes, llevo horas intentando contactarte, Reiko, te tengo un trabajo y... -

-Janet...-suspiro audiblemente interrumpiendole- ya te he dicho que solo fue una vez, no me van ese tipo de trabajos -

-No seas asì Reiko, tienes que ser tu -su voz sonaba inquieta- solo tu das la talla, creeme si no fuera realmente importante no te molestaria, sera la ultima te lo prometo-

Janet Cossett, era una mujer llegada a los 40, aùn asì parecia de 30, encargada de una compañia de modelaje, solo que tenia otro tipo de negocios, las chicas que no lograban subir a la cima de la pasarela les porponia otro tipo de oferta, que en la mayoria no descartaba.

Ahora, por casualidad del destino Reiko habia necesitado dinero con la rapidez posible, Janet fue la respuesta inmediata, al oir rumores que contrataba chicas temporalmente para trabajos extras, para el club de compañia que manejaba, sin necesidad de prostituirse.

-Janet, en verdad te agradesco que pensaras en mi- casi se le pasaba la parada y salto literalmente del autobus- pero mi respuesta sigue siendo no -

Tras a ver hecho dos trabajos en una noche, acompañando a unos destacados ejecutivos en una fiesta de etiqueta, los caballeros habian quedado anonados antes su singular belleza, el pago fue muy bien rembolsado por Janet, vio que tenia futuro y sobre todo una cifra con un extenso numero de ceros, incluso habia preferido representarle como modelo profecional en lugar de ese trabajo.

Solo que Reiko renuncio el mismo dìa.

- Reiko, Reiko!!, solo una vez y ya, esto es muy importante- la mujer intentaba pero sabia que la chica seria dificil- te pagare el doble de la ultima vez, solo tienes que acompañarle un par de horas y listo, te juro que jamas te volvere a molestar -

Habia logrado llegar a su departamento, mientras escuchaba las una y mil maravillas que le planteba Janet, era insistente pero no le convenceria del todo, cerro la puerta y comenzo a descalzarse hasta que le dijo algo que si le hizo dudar.

-Hazlo por mi, un favor, de una amiga a otra, en momento de crisis, esto es un asunto personal, no se trata de dinero, Reiko, te lo ruego -

-Janet...-

-¿Si?-
-No.. y buenas noches, tengo que mucho que hacer y si me disculpas...-

-No cuelgues Reiko, escucha -

- .... .... .... - Reiko apago el movil porque de seguro seguia sonando, la fecha tope de sus trabajos para la exposiciòn en la universidad estaba proxima, no podia darse el lujo de andar jugueteando si queria que le tomaran en serio, poner "acompañante" en su curriculum no era uno de sus propositos.

Tras darse un merecido baño, lavo sus dientes mirandoce fijamente al espejo, unos ojos azules le devolviero la imagen, cabellos negros se aderian a su rostros, una nariz perfilada se fruncia preocupada.

- Tengo un mal presentimiento...- susurro empañando de nuevo el espejo mientras terminaba de enjuagarse, el timbre de su puerta sono- que sea el repartidor de pizza - eso era imposible ni siquiera habia pedido una pizza.

Entre abrio la puerta, una mujer estaba de pie dando la espalda a la puerta, esta se giro mientras revelaba una sonrisa blanquecina.

-¡¡Reiko!!- exclamo con entusiasmo, que se perdio cuando la puerta se cerro de golpe y escuchaba que los cerrojos eran puesto con bastante enfacis.

-¡Shit! - maldijo la mujer frente a la puerta que parecia un enorme muro - supongo que eso es tener una calida bienvenida...-saco su movil y marcho- Shely... -

--

15hrs antes de los acontecimientos... iremos a por nuestro siguiente protagonista, la historia no trata de mi, pero como comenzamos conmigo dejenme aclarar, que aunque yo siga mi camino, el destino sigue alando los hilos en el telar de la vida y asì es como los va enlazando...

En el Aeropuerto, resonaba la llegada del vuelo 313, una hermosa ejecutiva caminaba apresurada hacia la salida, pero tropezo con alguien asiendo que su cartera cayera, esta la recogio, pero la ejecutiva ya se habia mezclado entre las personas.

-Disculpe, es usted Elle McGregor -dijo con voz autoritaria, atreyendo la atenciòn de la ejecutiva que habia perdido el tercer taxi.

-¿Si en que puedo ayudarle?- Elle le miro con desconfianza.

-Se le ha caido esto, disculpe por a verlo revisado- explico la mujer de cabellos castaños entregandole la cartera- es costumbre- saco su placa para mostrar que era una oficial.

-Ah muchas gracias - Elle observo con cuidado la insignia era extranjera- Detective Conners, siento las molestias -

-Tenga cuidado, con permiso - dijo Conners regresando al aeropuerto.

-No podria ser mejor mi dìa...-Ellen miro el congestionamiento de autos, seria imposible que pudiera conseguir transporte y decidio caminar un poco, hasta que un auto se le acerco.


-Hola, guapa te llevo- hablo alguien desde el interior, hasta que una cabellera cobriza surgio- bueno o puedes pedir un taxi, Elle -

-¡¡Sulis!!!- dijo la ejecutiva aliviada al reconocer a su amiga- ¿Como sabias que? - entro al auto agradecida al ser rescatada de la situaciòn.

-Ah..-chasqueo la lengua restandole importancia- tengo mis medios... por cierto, tienes pinta de a ver visto a fantasma - observo Sulis mientras conducia sin aparente rumbo.

-En realidad algo parecido -suspiro agotada dejandoce concentir por el calido asiento de fino cuero- me encontre a Naomi... -

-Oh...ya veo por donde va la cosa...-sonrio Sulis condesendiente- ¿y que paso? las llamas del amor volvieron a surgir entre ustedes.-

-Tiene pareja...-dijo Elle sin emociòn alguna, con la mirada perdida en la calle- incluso me invito a una de sus fiestas -

Un semaforo en rojo le permitio a Sulis ver cuidadosamente a su amiga, relamente le afectaba, en parte se sentia culpable, fue la intermediaria y cometio el error de presentarsela, solo que no anticipo lo rastrera que era Naomi y lo inocente que era Elle en ese entonces y ahora.

-¿Piensas ir? - Sulis tenia el ligero presentimiento que el problema iba mas alla de una simple invitaciòn y aparte de lo descarada de Naomi, ante tal acciòn.

De hecho, Elle fue la primera en terminar la relaciòn, que tomaba un rumbo poco saludable, Naomi era una cazadora, una coleccionista de mujeres, con su belleza hacia maestria para manipular y enamorar a sus presas. Sulis jamas penso que Elle fuese a caer en su juego, siempre supuso que preferia a los chicos.

-No quiero...-dijo Elle por fin, con cierta frustraciòn- solo que me he metido en un lio -

"Ah" penso Sulis comenzando a deducir de que iba el asunto, Elle habia asegurado que Naomi jamas volveria afectarle en su vida, una noche de copas confeso que aun sentia algo por ella, incluso le deseaba, pero que no podria permitirse ser sometida por tan cruel mujer.

- Dejame adivinar - el semaforo cambio a verde y pudieron continuar - te haz cabreado y le dijistes que andas con una tia muy buena que babearia cualquiera que se le plantara -bromeo Sulis mientras giraba en la siguiente cuadra.

-Si -

Freno de golpe al ver que estaba demasiado angosto el paso, eso y que Elle acaba de responderle tan rapido ante una deducion al azar.

-¿Estas de Coña cierto?- pregunto Sulis sorprendida.

-No...-musito Elle

Aparco el coche y se reclino en su asiento mirando la calle aun vacia, eran mas o menos la 7 de la mañana, dentro de dos horas tendria una junta, mas tarde iria a visitar su psicologo de confianza, debido al estres diario en la empresa.

- Espero que aquel reto... no lo hayas hecho en precencia de Franchesca y Yamile...- nombres que suelen estar asociados con Naomi, debido a que no solo son socias de trabajo, si no unas verdaderas zorras cuando se trata de destuir a otros.

-Uh... si -

-Te haz cargado la suerte...-dijo Sulis sabiendo de buena mano que Naomi no tan facil deja pasar las oportunidades, sobre todo cuando su orgullo fue "pisoteado" por Elle, al ser quien le dio el bataso final.-¿que haras?-

-No sè...Pero ese no es el unico problema - Elle se volteo sujetando los brazos de Sulis- le dije como era, incluso su nombre y a que se dedicaba... una mentira llevo a otra y no pude detenerme -tenia los ojos llorosos y una expresion de niña atrapada.

-Jajajaja.... Elle... me sorprende el nivel de imaginaciòn que tienes...- Sulis le alboroto los cabellos rubios- venga... calmate, dame un rato para pensar quizas pueda hacer algo -

-¿en serio?- Elle le miro con un brillo de esperanza en sus ojos.

-Aunque no te aseguro nada- reparo Sulis inmediatamente, cambiando la esperanza en desesperaciòn en la expresion de Elle.- era broma... se que podre solucionar el asunto-

Llegaron a la zona donde vivia Elle, se detuvo en uno de los modestos edificios, el departamento de Elle era el 103.

-Gracias Sulis, realmente te agradezco todo -estaba cansada, apenada, frustrada, todo eso se reflejaba en el bello rostro de Elle.

-Tranquila, no me agradescas nada aùn...solo que tendremos que conversar detenidamente, ahora te llevo a casa descansa sigue tu rutina... que hare lo mismo, te llamare - aseguro Sulis, Elle asintio como una pequeña, ese era uno de los motivos por lo cual Sulis despertaba su lado maternal, aunque tuviesen la misma edad.

Elle se dejo caer como piedra nada mas ver su cama, estaba realmente agotada y sin querer se perdio en un profundo y renovador sueño, hasta que el telefono sono , respondiendo peresosamente.

-Elle, soy Sulis, tengo mas o menos una idea de como ayudarte en el asunto -

-Soy toda oidos-murmuro aun adormilada.

-Solo tienes que llevar a la super chica a la fiesta-

-¿que parte de mi patetica historia no entendistes?-dijo Elle hundiendo el rostro en las almohadas con deseos de desaparecer. -Lo siento, y como voy a encontrar a una super mujer, en menos de 24 hrs... ni aunque fuese una experta ligando lo haria -

-Descuida tengo la soluciòn en mis manos - Sulis ignoraba la junta que tenia enfrente, discutian sobre el indice de ventas o algo asì.

-¿Estas en tu trabajo?-

-Si pero, escucha, conosco a una amiga de la amiga que tiene una ex-colega de una compañia que representa a modelos -

-Suena como chisme de colegio, Sulis -dijo Elle algo frustrada.

-¿quieres que termine de decir o seguiras intentando que la almohada de tu cama te trague?-

-Perdòn... continue por favor Srta. Smit -

-Muchas gracias- Sulis salio de la aburrida reunion y saco una tarjeta de presentaciòn de la dichosa persona que les ayudaria- te conseguire una chica de compañia -

Si tenia sueño, se evaporo en un chasquido, Elle miro el telefono incredula de lo que habia escuchado.
-Para el carro!!...-dijo con voz preocupada- no voy a contratar ese tipo de servicios -

-no no... para el carro tu... no es de ese tipo, si seras petarda!!!-- Sulis sonrio a su secretaria antes de entrar a la oficina- es para acompañarte, y creeme es la chica tal y como la describiste, te enviare una imagen a tu cel, sera mejor que la revises-

Elle salto de la cama, para ir hacia su maleta que ni siquiera habia terminado de desempacar, buscando el movil, encontro que tenia varias llamadas perdidas y unos e-mail, hasta que dio con el de Sulis, que traia una imagen abjunta.

-¡¡JODER!!- dijo Elle en voz alta al ver la fotografia tomada cuidadosamente, era obvio que posaba para la foto, unos enigmaticos ojos azules, como las profundidades del oceano, cabellos oscuro, una sonrisa encantadora y perlada.

-Eso es una buena señal...- sonrio Sulis imaginando la expresion de su amiga- ok, por cierto ya esta casi contratada-

-¿Contratada?¿Perdon?- exclamo asustada- espera Sulis, no tan rapido...que no lo asimilo-

-Mientras lo haces, le estoy enviando un fax a su manager con la informaciòn necesaria para representar el papel, de tu novia perfecta, como aùn hay tiempo, puedes explicarle los detalles a su manager o a ella claro -

-¿Representar?-repitio Elle.- ¿a Ella?-

-¿Vas a repetir todo lo que digo?-dijo Sulis bromenado
-Suenas como si lo estuvieras disfrutando.- dijo Elle acusadoramente, una sonora carcajada le vino en respuesta, acertando.

-En realidad... -escucho que alguien entraba a la oficina.

-Srta. Smit, tiene una llamada de coordinaciòn -

-Gracias, Elle, te dejo tengo algo pendiente, te llamo mas tarde -

-Ey! Sulis, que demonios...-la llamada se corto- rayos... y ahora - se sento en el sofa mirando el cuadro de la sala, era un diseño contemporanio, lo habia comprando por que segùn Sulis pegaba con su imagen. -En lo absoluto - musito golpeando su cabeza con el movil que un mostraba la foto de aquella chica.

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Retornando al momento donde la puerte me fue tirada en la cara, menos mal que dio un paso atras.

-Reiko... ¿serias amable de abrir la puerta?- de acuerdo, sabia que no la abriria por mucho que yo le suplicara, plan B, saque un pequeño kit que me ayuda normalmente abrir cualquier tipo de puerta.

-Ni lo intentes, tiene un candado wilson -esuche la voz en off del otro lado de la puerta, no cabe duda que eramos familia. ahora plan C, estaba en el tercer piso, una ventana que daba por la salida de emergencia.

Tuve que mover un contenedor de basura para alcanzar la escalera, estaba oxidada y esquivar algunos maseteros y un gato del cual soy alergica, hasta llegar a la meta, como era de esperar estaba asegurada, asi que mi cortador seria de ayuda en ese momento.

-¿no te iras por las buenas verdad?- la ventana se abrio dejandome ver a Reiko mi hermana por cierto mi otro yo... mi gemela que en ese momento tenia una expresion bastante peligrosa.

-Ya... ¿podrias escucharme? -

-De acuerdo... te escuchare pero solo eso -

-Muy bien puedo entrar?-

-A caso puedo evitarlo -dijo molesta sin quitarse de la ventana- pasa ...-

Despuès de un par de minutos de explicarle mi situaciòn, omitiendo ciertas cosas, ya que ¿para que aburrirle con detalles?

- Comprendo...- su expresion serena me daba esperanza y luego una sonrisa fresca - No.. ahora ya vete -señalo con firmeza la puerta, que por raras razones ya estaba abierta- tengo trabajo que hacer... -

Es curioso, que ella vaya ser una talentosa pintora, a diferencia de mi se le dio mas el arte, aunque mi trabajo tambièn se relaciona con ello, de una forma un poco menos legal pero muy lucrosa.

-Vaya...- dije intentando ganar tiempo para hablandarle el corazòn, tenia un magnifico paisaje sin terminar, pero ya tenia vida propia y su propia estilo- espero algùn dìa tener el honor de ver tus cuadros en un museo... o pagada por ambiciosos coleccionista - " y en ese caso, sobre todo si me pagan mucho por robarlo".

- Ya...- chasqueo la palabra nada contenta aùn. -¿algo màs?-

-De acuerdo, me ire, pero...-

-Si ya se regresaras y mi respuesta sera la misma - sujeto la puerta para mi, no me quedaba de otra que decistir por hoy.

-Muy bien... -suspire- solo porquè eres la protagonista... te tendre consideraciòn -murmure dando los pasos hacia fuera.

-¿Protagonista? - le escuche decir confundida, claro ella desconoce que lo es, solo yo y ustedes lo saben, sobre todo de que en mi camino hacia la calle me encontraria algo que daria un giro a esta historia.


- ¡¡¡Reiko!!! - unos tacones tronaban en el azfalto, una mujer que bajaba de un lujoso convertible BMW color negro, corria con una expresion aflijida hacia mi, esperen dijo "reiko". - ¿se le acabo la bateria a tu celular? eso supuse porque pense que me habias cortado la llamada-

La mujer cayo literalmente en mis brazos con la respiraciòn entre cortada, era muy guapa, se veia que invertia tiempo, maquillaje y cirujia en su persona, sobre todo con ese perfume de comercial caro.

-Ah .-

-¿Que decidistes? - pregunto impaciente- Lo haras??-

No tenia ni la menor idea de que iba esto pero... sonrei con satisfacciòn.

-Bueno, si me planteas de nuevo lo que hablamos por telefono, tal vez reconsidere - dije sin màs, dicen que cuando naces con suerte, las cosas vienen a tu puerta, o en una mujer en un auto.

-Muy bien, acompañame te explicare en el camino -

-Claro... despuès de ti...-

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