Interludio de la Oscuridad (1)

Subiendola de nuevo, de donde pude recuperala, comenzare a escribir de nuevo a ver que tal ando ^^

Interlude of the Darkness


La Doncella del Sakura"

Vislumbrando el nuevo día, sus ojos celestes se perdían, entre el sublime paisaje del alba, sentada en la solitaria piedra que yacía permanente a los pies de aquel cerezo enraizado, lugar lejano convertido en el refugio de sus secretos.

Aún sintiendo el aroma intoxicante, que desbordaba un poco de su alma y se consumía a leves caladas de un cigarrillo, dejando fluir el pálido humo alrededor de su sereno y angelical rostro, agraciados de delineadas cejas y sonrosados labios, que mantenían una sonrisa mezquina.

De sus delgados dedos, algunos pétalos quedaban capturados, mientras esperaba que con el amanecer, el demonio que albergaba en su interior, volviese a su letargo, llevando la florecilla hacia su nariz para disfrutar de la sutileza de aquella aroma.

-"Curiosa vida que comparto contigo"- decía para sí, en voz cauta y nostálgica -"Menuda vida que creas conmigo"- una diminuta cajita de acero, hizo su función como cenicero, incorporándose de su provisional asiento, miro el frondoso cerezo, que dejaba caer sus pétalos como lluvia sobre sus hombros.

Cerro sus ojos respirando la frescura del aire y sonriendo con cierto sosiego, dio la media vuelta no sin antes alzar una mano en despido de su viejo confidente, que solo podía escucharle en el silencio.

Ignorando que había sido observada casualmente esa madrugada, por una joven que había sentido cierta curiosidad, por esa mujer que le susurraba al cerezo, en singulares ocasiones, había admirado aquel paisaje, capturándole con su cámara, ese día al fijar su lente, y descubrir aquella mujer, solo se había limitado a mirarle, sin dar clic, por temor a interrumpir.

De gran belleza y semblante sereno, la doncella del cerezo, le había nombrado en secreto, se preguntaba de qué color eran sus ojos, como sería el sonido de su voz. Porque sentía tanta soledad abrigarle en aquel lugar.


Capitulo 1.


-Tomie, magnífico trabajo, estas serán publicadas en el siguiente articulo - felicito mirando las fotos, mientras las estudiaba detenidamente-¿te has pensado la propuesta? -

Tomie estaba pensando en la mujer de esta mañana, así que no había prestado atención, simplemente desde que concedían en aquel tranquilo parque, era un fantasma que le visitaba constantemente.

-¿Tomie has oído algo de lo que he dicho?-

-Oh lo siento - rio avergonzada al sentir que una bolita de papel le golpeo- ¿decías Stuart?-

- Baja de las nubes Tomie - aconsejo Stuart- Si aceptaras la propuesta de Dirección, serias magnifica para tener un puesto en la sección de noticias -

- Stuart, por favor no empieces - suspiro Tomien levantándose- lo que quiere ese, es que me lie con su hijo... honestamente prefiero ser una simple fotógrafa - indico su cámara para enfatizar.

-¿Que paso contigo?- Stuart se rasco la espesa barba- siempre fuiste la mejor que no había club de periodismo que no te quisiera en el equipo...-

- Bueno si eso es todo... nos vemos más tarde - se dirigió a la puerta - llámame si te enteras de algún suceso iré enseguida - sujeto la cámara y le tomo una foto- quizás traiga algo bueno -
-Vale...-Stuart le miro preocupado, Tomie podría tener un mejor puesto, pero desde que se graduó, se había quedado enfrascada- desde que sucedió eso... cierto Tomie -

Tomie suspiro mirando las extensos edificios mientras el elevador iba descendiendo, miro su cámara de forma pensativa, habían pasado ya 5 años desde unos acontecimientos, en su carrera de periodista.

En el trayecto, sus ojos captaron una alta figura, era aquella mujer del cerezo, que pasaba desapercibida entre la multitud, pero inexplicablemente para Tomie era destacable, con ese andar pausado y mirada distraída.

Se detuvo justo del otro lado de la calle, vestía informal, una bufanda clara le cubría el cuello, sus cabellos descansaban sobre los hombros, mechones adornaban su frente, la esbelta figura resguardada en unos jeans gastados y una chaqueta café.

El semáforo se torno rojo, la multitud que esperaba comenzó andar y ella en medio de esta, Tomie se quedo de pie, mientras se iba acercando con serenidad pasando junto a ella, y descubrió el azul más intenso que el cielo y océano más profundo al encontrarse fugazmente con su mirar, tan solo un segundo, dejando una enigmática fragancia en su entorno, pasando de largo, como si flotara en la nada.

Tomie giro levemente, jamás había visto a alguien tan solitario en medio de tanta gente, una pequeña florecilla de cerezo descendió de alguna parte, llevada por el viento, la fotógrafa extendió la mano para capturarle, buscando su procedencia, pero en aquella zona no existía ningún árbol de cerezo.

-¿Que haces tan lejos...?-pregunto al pequeño pétalo.


***

Lo había vuelto hacer... una sonrisa torcida y amarga se delineo en su rostro, miro la noche estrellada en aquel sucio callejón, recargo su espalda cansada en las paredes gastadas por el tiempo, deslizándose hasta terminar sentada, mirando la obra de sus actos, que decoraban de forma macabra aquel lugar.

- "Tengo un abismo en mi pecho... en lugar de corazón" -susurraba, sin apartar la vista del manto nocturno- "quien necesita uno... si se vive en la apatía del mundo, aún como mortal sigo buscando, entre los pasadizos del alma, la otra parte que me falta...”.-

Jalo de su bolsillo un cigarro, que llevo perezosamente a los labios, un mechero chispear frente a sus ojos que absorbían la luz con ansiedad, hasta encender el vicioso palillo, mientras saboreaba el familiar humo, entrar y salir de sus pulmones, atreves de su nariz, sus dedos tintaban el pálido cigarro.

La llamita moribunda dejo ver, un lago de carmesí sustentado por el manantial que surgía del cuerpo sin vida, con el rostro petrificado con la expresión de horror e incredulidad, aun intacto, con la mirada cristalizada, con la última imagen, de una hermosa y mortal mujer.

- "Curiosa vida comparto... contigo" -continuo su camino mientras terminaba aquel cigarrillo, y sentía la sustancia viscosa adherirse en sus botas, embriaga por un extraño éxtasis, se alejo con pasos titubeantes, como aquella nube que opaco la luz de la luna.

***
Tomie hacia su primera entrega de esa mañana, mirando la numeración del elevador ir hasta su piso, la columnista de la zona urbana, inesperadamente le hizo una petición la noche anterior, teniendo que ir a los suburbios desde muy temprano.

Igual que la madrugada anterior, descubrió aquella mujer de expresión distante, casi angelical, desprendiendo esa sensación de no pertenecer ah este mundo.

-Tomie!! Para!!- grito un camarada que venía derrapando en el pasillo para alcanzar el elevador, rápidamente interpuso el pie haciendo que las puertas abrieran de nuevo.

-Hola John ¿descubriste para que funciona el despertador?- bromeo Tomie presionando el boto del 5 piso.

-Que simpática- bufo cansado el chico, que apenas había logrado acomodarse la camisa - tuve una mañana asquerosa..- agrego mostrando una mueca de nauseas.

-¿Tan malo fue?-dijo Tomie con curiosidad.

-¿MALO?- vocifero casi traumado- fue terrible, que exigiré un aumento de mi salario como siga esto - se quejo buscando el folder donde tenía el juego de fotos.

-¿Puedo verlas?-

- Espero no hayas desayunado...-

-Mmm... Veremos -acepto el folder, mirando la primera imagen, que apenas pudo reaccionar -Pero que... -

Eran imágenes de la escena de un homicidio, la víctima era irreconocible, sumergido en un gran charco de su propia sangre, Apenas se podía distinguir si era hombre o mujer, sus ropas estaban destrozadas, señales de lucha eran muy pocas, al parecer su cráneo había sido golpeado repetidamente contra los muros, destruyendo gran parte de la zona ocia, brazos retorcidos, las piernas hechas polvos por múltiples golpes con un objeto pesado.

Sangre y más sangre era el protagonista de aquel rincón descubierto, tapizando las estrechas paredes de forma escalofriante, a cada fotografía que pasaba, placer, éxtasis, el glorioso sentir del poder era expuesto como en una obra de arte o como la letra oscura de una canción anónima.

-Ni siquiera puedo verlas de nuevo - dijo John sintiendo el estomago revuelto - tuve que pedirle a otra persona que las tomara..-.

- Vaya..- se había quedado muda con esas imágenes, que volvió a ordenar y meterlas en el folder.

-Si, es desagradable- dijo asqueado intentando acomodar el paquete justo cuando las puertas se abrieron, pero una foto se escapo de entre las carpetas, este era la de un grupo de chicas, de una banda musical, se le hizo peculiarmente conocida una de las integrantes
-Tomie podrías pasármela -

-Claro ...- Tomie se inclino para levantarla, pero se quedo mirándola detenidamente- se parece a ella...-

-John! has traído mi encargo - exigió el jefe de edición de periódico, que ya había comenzado a carrerear al resto del personal para sacar la imprenta de esa mañana.
-Ya voy!, Gracias Tomie nos vemos más tarde- le dijo tomando la foto y esquivando a las demás personas de las cabinas.

-Buenos días Tomie - salió Stuart de su oficina. -¿porque tan temprano?-
-Lo de siempre - dijo mostrando su block - Carol, me pidió un encargo especial - respondió pensativa.

***
Otro día más, el sol parecía menos deseoso de anunciar el amanecer, las nubes cubrían la claridad del cielo y un viento fresco se desplazaba generoso por la ciudad, Tomie se abrigo un poco, aún eran cuarto para las 6, paso por aquella pequeña colina donde permanecía aquel árbol de cerezo.

La doncella no estaba, sintió algo de tristeza, había despertado con la esperanza de verle ese día, suspiro sintiendo el aire frio entrar en sus pulmones y su aliento verse levemente, continuo con su trabajo, había terminado un carrete, iba a sustituirlo y decidió cambiar la lente de su cámara.

Una manifestación se desplazaba por las calles, exigiendo mayor seguridad y prevención de los atroces crímenes que comenzaron a desatarse las últimas 3 semanas, Tomie se coloco en una posición más adecuada, para abarcar la manta donde exponían sus peticiones.

El cambio de enfoque le permitió distinguir a alguien entre la gente, que iba por el paso peatonal, ajenas a la situación que se desarrollaba en la principal, era ella, la mujer que solía pasar un tiempo al pie del cerezo.

Dudo por un momento, apartando la cámara de su visión, pero después aumento el zoom para verle con mejor claridad, fría y estoica eran sus rasgos, aunque sus ojos expresaban un sin número de emociones y a la vez ninguna.

-Curioso...- musito Tomie que instintivamente capturo la imagen, reaccionando inesperadamente a lo que acababa de hacer, levanto la mirada y aquella joven se había desvanecido entre la multitud.

*********
Cerró los ojos absorbiendo todo a su alrededor, recargándose totalmente en el fuerte tronco del árbol de sus secretos, suspiro profundamente permitiendo que sus latidos fuesen más sosegados, el viento jugaba casualmente con sus cabellos.

- "Puedo sentir... el exquisito aroma de tu miedo... pero no puedo entender porque lo reflejo en tus ojos"- susurro quedito- "deseando sumergirme en el océano de tu mirada y perderme en el lienzo de tu piel... "- una sonrisa sesgada se formo en sus delicados labios.

Abrió levemente los parpados, para ver caer la maravillosa lluvia de pétalos, como si el árbol respondiera en su peculiar manera de entenderle, ella busco en su bolsillo uno de sus cigarrillos, descubriendo que el mechero se ausentaba, no recordaba donde termino aquel preciado objeto.

Una llamita se encendió frente a ella inesperadamente, la iris azul absorbió la luz intensificando el matiz de sus ojos, siguiendo el camino de los dedos que sostenían el encendedor, llevándole a un brazos protegido por un jersey café, en los hombros cabellos claros color miel y un rostro desconocido que ofrecía una simpática sonrisa.

*¿cuando? * pensó acercando el cigarro a la generosa llamita amarilla, que protegió rodeándole con las manos, dejando que se creara un tizoncito de cenizas y permitirle expandirse el tan deseado sabor a tabaco.

-Gracias...- decía recostándose de nuevo.

-De nada -

Tomie regreso esa noche algo cansada, que iba a tomar el atajo de siempre, pero sus pasos inconscientemente le llevaron por el parque que solía cruzar en las mañanas, y descubrió de nuevo a la doncella del cerezo, susurrando palabras incomprensible para sus oídos, destilando la nostalgia como en cada ocasión que le admiraba de lejos.

Sin darse cuenta ya estaba cerca del cerezo, le vio buscar algo entre sus ropas y la decepción tras no haberle encontrado, Tomie deduciendo la razón de su búsqueda, ofreció sin palabras una diminuta chispa, que le permitió ver con mayor claridad la belleza de aquella misteriosa mujer.

La chica se aparto un poco, para darle un lugar junto a ella, Tomie acepto la invitación y se sentó en el césped que rodeaba el tronco, descubriendo que en esa pequeña colina, se podía apreciar parte de la ciudad, que adornada por las luces artificiales, parecía diminutas luciérnagas parpadear a la distancia.

- "Si pudiera detener el tiempo...-" la joven susurraba- "si tan solo capturara un segundo...la sonrisa que grabas en tu mirar..."-

Tomie permaneció en silencio, escuchando las palabras, que nacían de su labios espontáneamente y se perdían entre el zumbido del viento que surcaba por las viejas ramas del confidente cerezo.

Tomie cerró los ojos tan solo un instante, pensó, el tiempo se escapo como arena de mar en los dedos, el sol despuntaba entre blanquecinas nubes, y la joven misteriosa, la doncella del cerezo, había desaparecido.

Solo cenizas que el aire matutino se llevo, había sido la única prueba tangible de que compartió una noche junto a ella y la chaqueta que le envolvía como recuerdo de ese encuentro inesperado.

***
Intentar huir se volvía una faena, no importaba lo mucho que conociera esas calles, podía sentir esa respiración sobre su cuello, el pánico hacia mella en su juicio, creando ilusiones entre sombras.

Cayendo sin remedio en la trampa del cazador que le perseguía, el miedo un perfume embriagador que le atraía como imán, una barda; única ruta de escape, respiraba agitadamente, el corazón latía tan rápido como el de un conejillo asustado.


- Puedes sentirlo...-dijo una voz detrás de él, petrificándose en su intento de escapar- "nacer en la profundidad de tu ser, es el amor surgiendo entre dos mortales, solitarios"-

- ¡¡DEJAME!!!- resbalando, algo zumbo con el viento y luego algo impacto contra su espalda, haciendo que su columna tronara de forma anormal, haciéndole gritar desgarradoramente y caer sin remedio al sucio suelo.

Una cerillo fue encendió dejando ver a su atacante, que sostenía en el hombro un bate de baseball, era como un ángel, un shinigami que decidió cruzar por sus desdichados caminos esa noche tan brisada.

- "Permíteme descubrir lo que ocultas debajo de tu piel" -sonrió sádicamente, mientras daba pasos serenos hacia su víctima, que seguía agonizando, ella se acuclillo cerca de él, como si estudiara la situación- "glamur, poder, amor... deseos ególatras que carcomen el espíritu..."-

-Por favor... por favor... déjame ir -lloraba el hombre arrastrándose para escapar, le seguía dando un paso con el poco avance que el hombre hacia.

-¿¿No es una bella noche??-dijo en tono casual, poniendo su bota sobre la espalda de este, sintiendo el des cargante dolor- siempre desee jugar baseball -agito el bate como si golpeara una pelota invisible.- pero el golf es divertido - cambio de posición poniendo la punta del bate sobre la cabeza del sujeto.


- Por DIOS!!! No... Yo no hice nada -

- Dios...-repitió volviendo a colocar el bate sobre su hombro, agachándose de nuevo, pero sobre la espalda del tipo- Dios es una entidad suprema....- dejo escapar el humo de sus labios- está ocupado en este momento...-se volvió acomodar colocando el bate peligrosamente en el rostro del hombre.

-No no!! perdóname!!-

-Tendrás que conformarte conmigo...-alzo el bate y le impulso con el hombro, golpeando directamente, salpicándose de sangre, mientras oía un crujido bastante fuerte- " Menuda vida..."-se agacho un poco oyendo el quejido, le había desfigurado el rostro pero seguía con vida.

Lo tomo de la pierna y lo arrastro por el callejón, dejando el rastro de sangre, camino durante un par de minutos, hasta llegar a unos contenedores, la escena no era nada diferente, habían dos cuerpos más en el interior, y una mujer que temblaba oculta en una esquina del contenedor.

- Perdona a verles hecho esperar -lo soltó y se sentó a lado de la joven que le miraba aterrorizada- Gustas? -le ofreció el cigarro, pero la chica negó enfusivamente- está bien, fumar es malo...para la salud- se inclino un poco y apago la colilla en el ojo del que aun seguía vivo.

-Sera una noche fría...-levanto la mirada al tapiz de la noche, nubes negras siendo arrastradas por el viento, comenzaba a silbar tras pararse, abrió el contenedor sacando una botella blanca que olía a gasolina.- Tendremos que calentarnos ¿no?-

Quito el tapón, derramando de forma generosa sobre el hombre que aun musitaba suplicas, la joven que había comenzado aquella macabra obra, busco entre su bolsillo el mechero, sin encontrarle, sonrió recordando que lo había perdido, saco un cerillo y raspo el suelo creando la chispa.


****
Cuando se volvió necesaria su cercanía, en qué momento deseaba tanto oír su voz, Tomie había quedado hechizada por aquella diminuta mueca que simulaba una sonrisa, el aroma almizcle entre tabaco y lirios, el tararear de una extraña pero cálida melodía. Que entonaba en lo que se consumía el cigarrillo.

-Tomie ¿desde cuándo eres fan de los Princess Blood Black ?- pregunto uno de los colaboradores del periódico.

-¿Cómo? - indago sorprendida.

-Si!!, mira - saco el reproductor de mp3 y busco la canción en concreto, Tomie se puso los audífonos y una melodía serena comenzó a fluir.

* Curiosa vida que comparto contigo,
Curiosa vida que creaste conmigo...
Venerarte me convierte en esclava y alejarme en un demonio,
Termino rendida a tus besos,
Perdida en tus ojos, tan solo un momento,
Si pudiera detener el tiempo,
Si tan solo capturara la sonrisa que grabas en tu mirar...*

La letra sin duda era la misma que susurraba la chica, la vocalista no la entonaba con tantas emociones, solo la hacía parecer una letra más de entre muchas, la canción tenia bajos y notas de violín, que era la más destacaba.

***
Tomie se despertó, con el reloj del televisor, la voz del reportero era demasiado escandalosa, así que el intento de seguir durmiendo se esfumó, por inercia hizo sus actividades matinales, fue al armario encontrando la chaqueta de aquella joven en el interior.

-Debo... devolvérsela -paso la mano sobre el fino cuero, que desprendía el mismo aroma que la joven.

- Interrumpimos la programación, para informarles de un hallazgo escalofriante, que comienza a perturbar la seguridad de los citadinos, uno de nuestros corresponsales se encuentra en el lugar de los hecho... -dijo el reportero cambiando de imagen.

-Buenos Días, Soy León Travys, debido a la interversiòn del FBI, como pueden ver, las barricadas que han puesto nos impiden continuar grabando con mayor claridad, aún están en la espera de los forenses- dijo el reportero intentando pasar entre la gente curiosa y los camaradas de otras televisoras- se ha informado que alrededor de las 4 de la mañana un ciudadano que recorría estas calles para dirigirse a su domicilio, descubrió alrededor de 3 cadáveres que eran devorados por unos perros...-

-Dinos Len, aun no tenemos imágenes... -

- Si Gorge, pero debido a las impactantes imágenes, no pueden ser transmitidas al aire..Hay. Parecía recibir información en uno de sus audífonos- son 4.. uno aun sin identificar.. parece que fue calcinado -

Tomie había olvidado el cepillo de diente, mirando el noticiero algo inquieta.

-¿Crees que pueda tener una conexión con los dos anteriores incidentes?-

-Parece no tener un modus Operandi fijo, pero esperaremos la rueda de prensa del Directo a cargo de la investigación...-


*****

-Continuaremos pendientes, de esa información... a continuación el pronóstico del tiempo...-el mismo noticiero se escuchaba en la cafetería.

-¿Otro café?- pregunto la mesera llevando el desayuno al cliente de la mesa 3, espero que bajase el periódico.

-Por supuesto... - acepto la joven doblando el papel- podría traerme azúcar - la mesera vio extrañada el pomito del azúcar y lo reviso, encontrándolo vacio. -Me gustan las cosas muy dulces...-

-En seguida...-

La campanilla sonó, una mujer vestida de forma extravagante entro, bajo sus gafas oscuras para buscar a alguien, precisamente le localizo en la mesa del fondo, marcada como la 3.

- Eris!! - los tacones tronaron por el lugar hasta plantarse frente a ella- Eris ¿donde demonios te habías metido?-

- Buenos Días también para ti Wendy -saludo relajadamente.

- No me vengas con formalismos, llegamos a la fecha límite y no me haz entregado ninguno de tus avances -

Eris hecho 1..2..3...4...5...6 cucharadas de azúcar al café oscuro que humeaba frente a ella, lo llevo a los labios disfrutando de su endulzado sabor antes de decir algo. - Te refieres a esos...- Wendy le miro extrañada y miro la mesa, había varias hojas desordenadas, sin decir más se sentó y comenzó a recolectarlas, había partiduras de violín entre ellas.

-Creí que solo te la pasabas perdida en tu mundo- dijo Wendy áspera, Eris sonrió como siempre, Wendy siempre le daba escalofríos esa expresión tan empática que transmitía.- Supongo que iras a los ensayos -

- Creí que solo te preocupaba que PBB no tuviera material para continuar... - levanto el tenedor y cuchillo cortando el bistec de término medio que tenía en frente, un pequeño trocito fue hacia su boca, el cual mastico con calma.

- el jefe solicito una reunión contigo, más vale que no te escaquees como usualmente lo haces -le reprocho Wendy guardando todo los papeles.- iras ¿cierto?

- Como ordene la manager...-bromeo Eris- iré.. Si no surge algo -

-Eris...- sentencio Wendy poniéndose de pie, y coloco una mano en la mesa para intimidarle- más vale que te presentes...-

- Prometido - puso la mano junto a su corazón y alzo la otra en juramento -¿vale?-

-Muy graciosa...-busco en su bolso algo y saco una cajetilla de cigarros- estos son los únicos que encontré... sabes es difícil conseguir los que me pediste, tendrás que hacer un pedido... -

- Gracias, son los únicos que me gustan... - acepto no muy convencida de probarlos.

- Deberías dejarlo, algún día te matara esto - golpeo la cajetilla, y negó en reprenda, antes de salir del lugar.

- EE... - recargo su mentó en el envés de su mano- no creo tener tanta suerte...-


****

Tomie llego al cerezo más temprano de lo usual, por primera vez compro una caja de cigarrillos, la marca era poco usual, recorrió algunos centros comerciales, hasta llegar a una pequeña tienda en donde reconoció inmediatamente el logotipo.

-Tengo un abismo en el pecho... en lugar de corazón -recordó la fotógrafa, mirando hacia la parte más baja de aquella colina, no venia, se sintió levemente decepcionada, no es que tuvieran una cita, solo tenía la vaga esperanza de verle de nuevo, hacia ya dos días que no había tenido la oportunidad de encontrarla.

El astro rey fue despidiéndose, ante la luna centinela que se extendía perezosamente en el cielo, ahuyentando la oscuridad de esa noche.

-Que se supone que hago aquí...-decía Tomie dándose la vuelta.

-Me obsequias uno...- la luna proyecto una sombra, Tomie sonrió sin poder evitarlo y extendió el brazo para ponerlo al alcance de la chica, pero está en lugar de tomar la cajetilla, capturo la mano que se la ofrecía.

Caminaron sin cruzar palabras, Tomie solo podía mirar sus manos unidas, siguiéndole sin cuestionarle, desprendía esa fragancia a lirios, como si estuviera en medio de un campo rodeada de ellos.

El deseo podía percibirse en sus ojos, Tomie no rechazo la suavidad de los labios que solicitaban permiso, se dejo envolver en un estrecho abrazo, sintiendo un suspiro sosegado en apagarse en su oído, el cálido aliento perderse en su cuello.

-Retroceder en el tiempo... es solo un sueño - ella capturo un mecho de sus cabellos y los beso con devoción- vivir el momento es el despertar...- dejo ir uno a uno de la prisión de sus dedos creando un descenso hipnótico.

- Yo... -Tomie sintió una anhelante descarga invadirle, al encontrarse con los enigmáticos zafiros que le observaban.

-¿Porqué me seguiste?- indago, mientras acunaba la mejilla de Tomie; que cerró los ojos sintiendo la inocente caricia.

-Yo... no lo sè- admitio Tomie algo confundida, era como estar atrapada en un sueño, ese era el sentimiento que despertaba cuando le veía, perdida en sus pensamientos al pie del curioso cerezo.

Ella sonrió para Tomie, guiándole hasta las fauces de su recinto y en el inesperado descuido la fotógrafa termino atrapada entre sedosas sabanas y el cuerpo de aquella chica, desconocía el momento en que comenzó a interesarse en ella, deseaba saber el porqué de su soledad y la expresión de anhelo que parecía acompañarle, convirtiéndole en una obsesicion necesaria.

Se inclino sobre Tomie para probar la dulzura de sus labios no sin antes susurrarle-Eris ...-
Apenas pudo comprender que estaba diciéndole su nombre.

-Eris...-fue borrado el nombre de su boca, en la intensidad del beso que compartían, dando pequeños mordiscos en el labio inferior dejando una coloración carmesí a su paso, besos húmedos descendieron por el contorno de su cuello, Eris acariciaba con la yema de sus dedos delineando delicadamente.

Para irse abriendo paso e ir descubriendo la cremosa piel, tortuosamente lenta para deleite de sus ojos, Tomie se sintió un poco avergonzada, intentando cubrirse, sus muñecas fueron sujetadas con un poco de fuerza por parte de Eris,  ella tenía el control total en ese momento.

-No me niegues el placer del paraíso - musito Eris besando sus manos con ternura- del cual fui desterrada hace mucho tiempo... permite que me refugie  en un presente, sabiendo que el futuro se desvanecerá en el letargo de la noche-

-Dices cosas muy peculiares...- Tomie fue perdiendo prendas con una sutil lentitud, el frio jamás le invadió, al ser resguardada bajo la tersa hechura de Eris, que exploraba el magnífico mundo que descubría a la luz de la luna.

Con gentiles caricias y dulces palabras sin aparente sentido, otorgadas por Eris, que se fugaba entre los senos de Tomie, sus manos viajaban expertos hacia el manantial que nacía al sur. Revelando el fruto de sus esfuerzos, Eris se sumergió para saborear el elixir terrenal, armonizándose con las suplicas convertidos en profundos gemidos resguardados en la delicada garganta de Tomie.

Eris le observaba satisfecha al obtener la melodía esperada, ante los acordes de sus atenciones;Tomie solo podía agarrarse de las sabanas, poco podía hacer para sustentar su razón, quedando extasiada en el océano azul en el que se reflejaba, que sin previo aviso un suave y húmedo invasor se abrió camino entre aquel lugar que reclamaba por atención, enviando exorbitantes descargas desde su interior.



-Déjate llevar... -Tomie casi juro ver un extraño brillo en la mirada de su amante, pronto sus ojos estaban sobre los suyos y sus caderas entregadas en oleadas de placer, los gemidos se convirtieron en gritos de éxtasis.

Piel, sudor, el deslizar de sabanas, embriagándose de sonidos y susurros, Eris parecía inmersa en llevar a la cúspide a su aliada nocturna, Tomie no vio venir aquella inmensidad que le devoraba, solo podía aferrarse al esbelto y anhelante cuerpo de Eris.

Los brazos de Morfeo se extendieron, pero los de Eris eran mucho más cautivante, refugiando el cansancio entre ellos, Tomie dormía plácidamente, ante los dos centinelas celestes que rechazaron el sueño y se abrigo en el insomnio.

Tomie dormía plácidamente, Eris observaba en silencio, le rodeo el cuello con una mano, podía sentir los latidos en la yugular y asi en absoluto silencio acompañada con el rítmico latido guarecido con la delicada piel blanquecina. 

Eris acerco su oído curiosamente, para escuchar el latido moderado al compás de el subir y bajar de sus pechos al reclamar el necesitado oxigeno, su mano viajo hasta acunarse alrededor del cuello expuesto de Tomie, dedos largos y cuidados, le rodearon peligrosamente. Eris humedeció sus labios con una expresión sombría.


- "Inexplicable... al cruzar tu mirada con la mía, mis deseos se desatan... como una droga que se expande por la venas" - comenzó a ejercer cierta presión, sintiendo como sus dedos se amoldaban cada vez más.


El amanecer fue extraño, Tomie apenas lograba ordenar sus ideas al descubrirse en un lugar poco familiar, se incorporo un poco sintiendo las sabanas deslizarse para exponer su desnudes.

- Buenos Días - escucho decir, hasta encontrar a Eris mirándole atreves del espejo- puedes seguir durmiendo...- ya estaba vestida y arreglada, camino al buró cerca de la cama, donde estaban los cigarros que Tomie le había obsequiado.

Sin cruzar más palabras le vio salir de la habitación y luego el suave clic de la puerta al cerrarse, Tomie quedo sola en aquel lugar, su ropa cuidadosamente doblada sobre la mesilla frente al enorme espejo, una cambio de ropa adjunto a esta.

- ¿Como es qué?- parecía de la talla exacta que usaba.- Eris...- había terminado en los brazos de una joven, que apenas conocía, pero su enigmática aura le sedujo sin poder luchar contra eso.

Tomie recorrió el pasillo hasta deducir donde estaría el baño, las paredes de todo el lugar estaban lisas, ningún adorno, ni cuadro o foto, dejando solo ese opaco color perlado predominar el entorno, bajo sus pies el monocromático azulejo le hacía sentirse como pieza de ajedrez.

En el enorme baño, estaba plenamente ordenado, parecía como si alguien hubiera preparado todo a su visita o como si estuviera contemplada su presencia desde un inicio.

-Es bastante... meticulosa -considero Tomie abriendo el grifo plateado para dejar fluir el agua tibia sobre su cuerpo.

***
-¿Haz considerado volver a cantar? puedes reintegrarte el PBB o incluso puedo proponer a la casa productora, una entrada como solista, eres un diamante..-

-No - Eris apago el cigarrillo y se reclino en el sillón - le agradezco su oferta, Sr.Toker, pero como es usual continuare declinando -

-Es una lástima - dijo el hombre trajeado- tu voz es lo que le daba vida al anterior grupo... podrías reconsiderar -

- Gracias...- Eris sonrió y se incorporo, dando por concluida la entrevista- pero la respuesta es la misma -

- Eris- Wendy intento retenerle, pero el Sr. Toker le indico que no.


Eris se detuvo fuera del edificio, vio como las personas iban y venían en todas direcciones, el sonidos, aromas, voces se mezclaban parcialmente, hasta volverse un molesto ruido, sintiendo que una intensa oleada de emociones desembocaba en su pecho, su corazón se desacelero momentáneamente, tuvo que recargar su espalda en el poste de luz.

-"Eh caído... y mis alas fueron desgarradas, si algunas vez tuve alma, hoy ni siquiera puedo sentirla" -poso su mano cerca del corazón- ¿cuando me convertí en lo que soy ahora?...-saco otro cigarro oscuro, sonrió dolorosamente.- que pregunta más absurda- su semblante se torno frívolo y se reagrupo entre la multitud.

En ese mismo momento Tomie miraba el edificio, no parecía tan misterioso a la luz del día o quizá la ausencia de la protagonista nocturna, lo cual lo hacía parecer un simple lugar.

***

Una llave, dejada en el cenicero cerca de la puerta principal, ¿lo había dejado para ella?, Tomie no estaba segura si esa noche fue simplemente un encuentro casual o simbolizaba algo más; tanta confianza a ella, porque al final también ella es una extraña para la desconocida Eris.



3 comentarios

  1. le cambiaste algo? XD o es como la anterior?

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  2. Eris *w* otro personaje con el que me obsesiono de tus fics <3

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  3. jajaja ok espero ke sea igual interesante aunque creo ke este se me esta haciendo muy largo

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