Interludio de la Oscuridad (5)


El exquisito aroma del miedo, se convirtió en un suculento manjar con el paso del tiempo, desarrollando ese inusual instinto por percibirlo, volviéndose cada vez más difícil de mantenerlo bajo la máscara de serenidad, apenas descubrió un sutil escape de todo aquello que se contenía en cautiverio, el detonante que hizo girar la ruleta hacia la puerta sin retorno.

Era una sensación fascinante, el viscoso líquido que resbalaba de entre sus largos dedos, apreciando cada detalle; exponiéndose como un macabro arte para el deleite de sus profundos ojos, siempre acompañada de una sonrisa torcida, revelando cautelosamente ese inimaginable deleite.

Eris Fredeck siempre encontraba un refugio a mitad de la noche, en ese enorme y viejo árbol de cerezo, “Bella mariposa… que te refugias en los pliegues de una rosa…”, esa diminuta nota decía esas simples palabras, pero tenían un significado más profundo, letra cuidadosamente plasmada, transmitía la intensidad de su escritor, Eris tenía oscuros y abismales secretos, guardados en ese corazón acorazado, consciente de que no era la única en el mundo, otros como ella, rondaban la noche, para satisfacer ese monstruo que necesitaba alimentarse cada vez más y más hasta saciarse de la delirante dosis para pretender volver al letargo.

Sin embargo, su igual parecía tener intensiones de jugar al cazador convertido en presa, Eris sonrió de forma genuina y satisfecha, siempre le gustaron los juegos de estrategia, aunque se sintió algo injusta, pues mantenía una ligera ventaja, ante este compañero mezquino, que había dejado la nota sobre su cama.

-Sabia que estarías aquí – la gentil voz de Tomie inundo sus oídos.- algo me indicaba que debía desviarme del camino…-acomodo su maletín en el hombro.

-Hola… Tomie –sonrió confidente, sorprendiendo un poco a la fotógrafa, Eris se incorporo frente a ella.- ¿ha ido todo bien?- en realidad la estaba esperando, mirando la carga que tenía le aparto un poco para hacer algo inesperado.

-Pareces muy contenta o es que te alegra verme…-capturada en un abrazo muy estrecho, en los cálidos brazos de Eris, le enmudecieron, sin embargo le transmitía una agradable y familiar sensación.- Eris… -

-Deberíamos volver… a casa ¿Qué opinas?- le susurro a Tomie.

-Si… -respondió quedamente, deseando que aquella sensación jamás se extinguiera, entrándole un deseo inexplicable de llorara y una lagrima escapo contra su voluntad, Eris se aparto un poco descubriendo a la atrevida gotita resbalar de esos divinos ojos.- yo… no se qué me pasa…- intento apartarla, pero una mano evito tal profanación, Eris parecía fascinada por la diminuta perla.

- Mmm… te quiero… -decía Eris capturándola en la yema de su dedo- Tomie…- agrego llevándola a sus labios y probar el agridulce sabor de esa lagrima.

-Tienes un modo muy especial… en decir las cosas – Tomie siempre le pareció fascinante la personalidad de Eris, parecía tan transparente y a la vez tan oculta, Eris se limito a sonreír y caminaron tomadas de la mano, sabiendo de buena fuente, que eran observadas.

“Subestimar a un oponente… es un gran error” Eris podía distinguirle por la fragancia de un perfume inusual.

***
Un Asesino Serial, había elegido la universidad como su hogar, a la sexta víctima comenzaron sospechar de que tenia cierto patrón los aparentes homicidios dispersos, descubriendo otras 10 víctimas cerca de aquel condado, entre mujeres y hombres, sin distinción de sexo, raza o religión, los lapsos de tiempo variaban, haciéndolo menos obvio.

Solo se volvió más impaciente y mucho mas metódico, encontrando aquel lugar repleto de jóvenes, convirtiendo en un suministro; un matadero personal y un escondite perfecto, para llevar a cabo sus crueles actos, la incredulidad de los citadinos le convertía en un simple fantasma que se desplazaba a placer satisfaciendo esa necesidad de matar.

El supuesto asesino fue capturado, entregado a la autoridades correspondientes, admitió sin más la culpa sin remordimiento, las herramientas empleadas en sus actos sádicos y perversos fueron encontrados ocultos entre un falso muro del cuarto de la misma pensión, resulto ser un compañero de la clase de periodismo. Robert McDogge, nombre falso utilizado para ingresar a la universidad, el verdadero Robert McDogge fue encontrado en el lago a unos kilómetros de la ciudad, se negó a dar su verdadero nombre.

Un grupo de estudiantes, estuvieron implicados durante la captura del sospechoso, de los cuales dos resultaron heridos, encontrando más tarde otro integrante de la facultad de periodismo, Francesca Helkins colgada en su habitación, horas después de la detención del sospechoso, este último incidente no fue relacionado con el caso del asesino juvenil, considerando que el estado mental de la occisa fuese afectado por los eventos descritos en el siguiente informe…-

Una corazonada, le había llevado siempre por el camino adecuado, aprendió a escucharla desde que perdió al ser más importante, la idea de revisar los viejos informes del caso había rondado en su cabeza, ahora sabia el porqué, la caja que contenía dicha información estaba revuelta, alguien se anticipo a su movida, y el informe que debería estar anexado, extrañamente no se encontraba.

-Solo me dejas más claro… que sigues por libre y sabes que voy a por ti…- dijo Layla Helkins a la caja carente de lo que buscaba, encontrando entre los polvorientos archivos una mariposa muerta- ¿Qué demonios? – se detuvo antes de tocarla, opto por lo profesional sacando una bolsita y la guardo como evidencia, esa sala era cerrada, el que un insecto de este tipo entrara aquí poco probable.

****

Una taza de café fue depositada frente a sus ojos, el aroma era tan fuerte que toda la oficina se inundo de el.

-Ya has bajado de tu nube… Tomie- inquirió Stuart, que se percato de la actitud distraída de su amiga.

-Que simpático…- agradeció el agradable sabor de la cafeína reactivarle- ¿Qué me tienes para hoy?-

-Mmm…- Stuart se rasco la barba algo dudoso, Tomie le extraño esa actitud.

-¿Qué?- insistió Tomie, pero su jefe parecía inquieto- Vamos Stuart, me habías llamado para un trabajo ¿no?-

-Sí, tengo un trabajo donde te han solicitado –decía sentándose frente a su escritorio, lleno de papeles.
- lo haces sonara como algo malo – sentencio Tomie mirando el café

-¿Cuál es el problema?-
-La verdad si es algo malo… por dos razones –pero no pudo decirlas pues una de ellas ya cruzaba la puerta.

-Stuart, me conseguiste el apoyo- la mujer que entraba y mataba el relajante olor a café. Era Vanessa Roger, una de las periodistas más destacadas por si habilidad en traer las primicias, también una de las que paso por la oficina del Director General en horas extracurriculares. – veo que si –

-…-Tomie comprendo el porqué de la inquietud de Stuart, ella y Vanessa eran como el aceite y el agua, sin embargo Tomie era profesional, se levanto sin más y camino hacia ella- seré tu apoyo si no te molesta-

-Entonces andando – dijo Vanesa dándose la vuelta apresurada.

Viajando en el súper auto de Vanesa llegaron a la segunda razón que Stuart había considerado, la policía estaba poniendo una barricada, haciendo un poco difícil acceder a la zona, otra victima más en el caso del Asesino de las Sombras, nombre poco adecuado para el artista macabro, la idea precisamente de Vanessa Roger.

Aquí es donde las mañas de Vanessa se hacían evidente, su técnica para obtener información era la menos ortodoxa, Tomie rodo los ojos en fastidio al ver como el policía en guardia le tiraba unas miradas poco sanas.

-Bien haz tu trabajo Yomiko- más que una petición sonaba a orden, no le apetecía discutir con la estética reportera, cruzo la banda amarilla, el lugar estaba perfectamente intacto, aún el equipo de forenses no habían entrado ah la escena.

Esos callejones estaban convirtiéndose en el recinto del asesino, Tomie respiro profundo antes de acercarse más, el cuerpo no estaba a simple vista, pero la sangre seca y coagulada permanecía en el suelo.

-¡RAYOS!- se quedo impactada, al encontrar a la victima incrustada en la pared, un par de ganchos sobresalían de su pecho, el cual le mantenía estable y colgado a la vez, cerró los ojos un momento- Stuart me debes una…-los volvió abrir pero con la cámara sustituyendo sus ojos, los flashes comenzaron a surgir, tomando fotos desde diferentes ángulos, eso lo hacía más repulsivo, aunque por alguna razón el sujeto le parecía conocido.

Sus ojos estaban abiertos con diminutas pinzas, como si le obligara a ver algo, era evidente que el hombre murió desangrado, había diminutas quemaduras alrededor de la zona donde los ganchos más grandes sobresalían, semidesnudo y descalzos, parecía un escabroso adorno.

Tomie se giro para ver la pared frente a él, pero solo había un círculo hecho con tiza blanca, aumento el zoom de la lente descubriendo señas de que algo había sido retirado.

-Debió tomarse su tiempo para subirle ahí – dijo alguien de repente, asustando a Tomie; era Layla que se encontraba sentada en un bote de basura -seguramente el asesino se sentó aquí para admirar su trabajo…-

-Layla…-ya tenía la respuesta del como termino trabajando con Vanessa esa mañana, desde un inicio le pareció extraño que la reportera la solicitara a ella como auxiliante.

-No devolviste mis llamadas –Layla seguía mirando el cuerpo que tenia los brazos extendidos como si volara-encontrarte es realmente toda una faena ¿quieres ir almorzar? –sugirió inesperadamente.

- A caso tengo opción –decía Tomie apagando su cámara.
-Tienes razón – el entrar en aquella escena estaba cometiendo un delito,

Layla sonrió cansadamente- lo considerare como disculpa si me acompañas –Tomie asintió y le siguió.

**********
-¿Esta cómodo?- una voz pregunto desde las penumbras de aquella bodega.- creo que sí-

-¿Dónde estoy?- una agudo dolor cruzo por todo su cuerpo, un incontable numero de ganchos de pescar estaban incrustados por toda su piel desnuda, estos mismos le mantenían colgado de una enorme polea, jaladas por varias cadenas sosteniéndole a una altura considerable del suelo. – ¡QUE DEMONIOS!- exclamó aterrorizado, al ver el estado en el que se encontraba.

-Maravillosa reacción, Profesor, mejor que el de su colega… –su tono risueño se expandía por el lugar, como los pasos que hacían eco, el sonido de un motor se acciono y una caja con dos botones bajaron a la altura de sus ojos.

-¿Quién eres? – se movió impulsivamente, sintiendo como algunos ganchos que por el esfuerzos reventaron, llevándose modestos pedazos de carne con ellos. .- AAAAAHRGGGGGGGG!-

- No debería moverse tanto…- una reflector se encendió, mostrando un contenedor debajo de él- dudo que quiera caer dentro de eso…- su contenido viscoso burbujeaba de forma peligrosa.

-¿Quién eres? –la luz le cegaba, solo distinguía una silueta desde arriba.
- Permítame presentarme… -dijo de forma modesta y el humo de cigarro se hizo evidente- soy tu conciencia…-

El profesor se le ensancharon los ojos de incredulidad- eres… el asesino de las sombras –aquella afirmación personal solo le aterrorizo más.

-Uh…- salió de las sombras- en realidad que nombre poco original… profesor –

-Porque… ¡¡porque yo!! Si soy… -

-Tks – meneo un dedo negativamente- profesor… profesor… debería considerar sus palabras, digamos que no está en una posición para discutir – apretó un botón haciendo que la cadena descendiera un poco más hacia el contenedor.

-No espera!!!... no lo hagas!! –lloriqueó el hombre- hare lo que quieras –
- Mmm…-detuvo el motor-en serio… ¿así suplicaban las chicas que yacen enterradas en su sótano?-

-¿Qué? –decía fingiendo no entender.-No sé de que hablas!!-
-Hueles como yo…- sonrió Eris apagando el cigarrillo en el cenicero de bolsillo.- ni siquiera puedes controlarte… -

-No quiero escuchar eso de alguien como tu –el profesor comenzaba a mostrar su verdadera cara- ¿Qué eres una justiciara?¿crees que salvas al mundo? Por favor, me das lastima-

Eris rio de forma descarada, hasta cansarse y se acerco al contenedor, donde lanzo la colilla, que se deshizo al instante, busco algo entre su chaqueta, era la fotografía de Tomie, obtuvo una reacción de sorpresa.

-En realidad… me tiene sin cuidado, lo que hagas- Eris miro la foto- pero ha estado rondando algo que es mío…-

-Yo… yo no sé qué estás hablando, jamás había visto esa chica -rio nervioso sintiendo que los ganchos volvían a despegarse- AAAH!! MIERDA –

-En serio… ¿Qué hacia esta foto en tu libro de literatura?- Eris suspiro aburrida, apretó el botón haciendo que bajara más la cadena.

-¡¡¡DE ACUERDO!!!- grito al sentir el acido quemarle los dedos del pie- Dios, DIOS!! –

- ¿Pensé que eras ateo? –Bromeo Eris- soy toda oídos –

- Alguien me la dio… -dijo gruñendo por el dolor- esa persona dijo que era un inepto si no podía capturar a tan bella y suculenta criatura –se relamió los labios.- decía que esa flor de largas y afiladas espinas seria un premio para un magnifico cazador –había acechado a Tomie durante un par de días, solo que no había notado a Eris que le seguía a el.- deberías entenderlo… no sabía que te perteneciera, nunca voy tras la presa de otro –

Eris sonrió malévolamente, mientras mantenía una expresión pensativa, sus ojos azules se dilataron en anticipación.

-Ya… -Eris presiono el botón y la cadena descendió más rápido- tienes razón… solo que olvidaste las espinas – el pánico se apodero del profesor, las suplicas se transformaron en gritos de terror cada vez más fuertes.

Eris recargo viendo como se retorcía, los ganchos se despegaban, nadie le escucharía, el olor a carne hervida se hacía penetrante, Eris tenía una expresión casi divina, absorbiendo la agonía de aquel desdichado que se cruzo por su camino- Así que puedes encontrarlos como yo… eso te hace un digno rival –

El sonido de las sirena de los barcos le recibieron, el aire salado alboroto sus cabellos, a cada paso dejaba atrás el almacén, un cigarrillo fue encendido, acompañando una sonrisa satisfecha.

***

Los largos y pulcros dedos, se desplegaban decorosos por las finas cuerdas, sosteniendo con sutileza el mástil en la sedosa palma de la mano, haciendo emanar fastuosas notas convertidas en una majestuosa melodía, con cuidado deslizaba la vara entre las delgadas cuerdas enviando las familiares vibraciones al alma del violín.

Tenía la impresión de que no debería estar ahí, sin embargo Tomie no pudo contenerse al ser cautivada por aquella música que escapaba hasta sus oídos, cerró los ojos permitiéndose ser transportada aquel mundo que creaba la bella sinfonía y su autora Eris., una relajante expresión permanecía en su rostro, elegante y exquisito.

La imagen del enorme árbol de cerezo vino a su mente, pero era más esplendoroso y de viejas raíces, acompañada de aquella melodía que fluctuaba en el aire, la imagen se hacía más clara; el árbol dejaba que sus pétalos danzaran hasta descender en el pasto verde que les recibía, solo que había una niña sosteniendo el violín con extravagante elegancia, una rama crujió debajo de sus pies interrumpiéndola, la niña de aspecto aristócrata se giro dejando ver unos profundos ojos azules, sorprendiéndole oculta en el tronco del cerezo.

-Yo…-abrió los ojos inesperadamente, esas imágenes eran tan reales como un recuerdo sumergido en algún párrafo de la memoria, encontrándose tan cerca de aquellas iris que le absorbían cautelosos- Eris…-

Eris se había girado al escuchar el crujir de la puerta- Pensé que estaba sola… –la sensación de ser invadida fue proyectada por el aura de Eris, haciéndole retroceder un poco a la fotógrafa, “A veces es tan dulce y cariñosa, en momentos como estos, me doy cuenta lo poco que le conozco…esa forma de mirar suele tornarse fría e intimidante, como si un enorme muro de acero se levantara…”

-Yo… lo siento no quise – no quería ser una entrometida, Eris pasaba la mayor parte del tiempo con ella, cuando ni siquiera sabía si su actitud posesiva afectaba la vida cotidiana de Eris, incluso existían puertas en aquel departamento que jamás había abierto, como esa habitación que presentaba un color diferente del resto.

- Uhu no pasa nada –modero Eris la voz, guardando el violín cuidadosamente, podía vislumbrarse lo viejo que era, pero el cuidado de su dueña le mantenía como la primera vez- Tomie…-camino hasta situarse frente a ella- bienvenida…-se inclino levemente para depositar un beso en sus labios.

“Eres tan extraña… y tan misteriosa, como puedes cambiar en menos de una suspiro” vio la calidez volver a sus ojos y la ternura en la palma que acunaba la mejilla de Tomie. “Eris… tengo la sensación de que nuestra relación nos llevara a la destrucción, a pesar de ello; no puedo alejarme de ti…” le abrazo inesperadamente.

-Estoy en casa…- oculto el rostro en el pecho de Eris, que le recibió sin cuestionar, acariciando sus cabellos. “el incierto de lo que tenemos, me da escalofríos, tus gestos complacientes, tu voz susurrante, me atrapan como una mariposa cautivada por la fragancia de una flor”

- ¿qué te preocupa?- indago levemente Eris, sintiendo la intranquilidad en el menudo cuerpo de Tomie.

-Nada… -Tomie se sintió algo relajada sintiéndose refugiada en los brazos de Eris.

-Todo estará bien…- prometió inesperadamente Eris, Tomie busco aquellos ojos tan inmensos como el océano, encontrando veracidad en sus palabras.

Había terminado recostadas en el sofá, disfrutando del simple hecho de estar abrazadas, Eris enredaba sutilmente los dedos en el espeso cabello de Tomie.

-No sabía que tocaras el violín – comento Tomie después de un rato.

-Desde niña… mi madre gustaba del sonido –susurro Eris cerrando los ojos- adoraba la música de cuerdas, era una magnifica violinista-sonrió con nostalgia- decidí imitarle… así que practicaba en las tardes, en un lugar alejado… cerca de un bosque cercano a casa, solía intentar crear bellas melodías, pero nunca fui lo suficientemente buena –admitió en derrota.

Tomie le escuchaba con atención, rara vez hablaba de su persona o su pasado, tenía la impresión de que lo evitaba, pero al oírle con tanta simpatía en su voz, considero que la felicidad formaba parte de ella.

-No creo… sonaba tan bello- recordó lo de hace un momento.

-Eso es ahora…-Eris se levanto perezosamente- no tengo talento, pero la practica hace que perfecciones tus habilidades –miraba sus dedos con curiosidad, largos y cuidados, para cerrarlos en un firme puño- es cuestión de tiempo – Tomie se fijo que tenia diminutas cicatrices, apenas perceptibles a la vista. “Como es que no me había fijado…” pero lo dejo pasar.

-Eres toda un estuche de sorpresas– argumento Tomie con admiración, Eris sonrió aceptando el halago y se coloco a la altura de los ojos de Tomie.

- Y aún no has visto nada…-ronroneo Eris, acercándose más de forma sugestiva y sensual, con una mano desabrocho las jeans de la fotógrafa, acuclillándose poco a poco sobre ella- Tomie… “Te mostrare el dolor convertido en placer…de un alma perdida”- saco de la nada un pañuelo y le cubrió los ojos, esa frase era una estrofa más, que leyó del tema de Interludio.

-Eris… ¿Qué haces?-rio al sentir el cálido aliento rosar su cuello.

-Shhh…-coloco un dedo para silenciar los labios de Tomie, para sustituirlo con un beso, Eris quito el cinturón y ato las muñecas de Tomie – ¿Confías en mi?- susurro al ver la inquietud de su amante.
-Si…-permitiendo a Eris hacer su voluntad en ella, y así fue…

Eris adentro la mano en el sofá sacando una navaja pequeña, desde esa posición Tomie estaba vulnerable e indefensa, le robo otro beso, pasando el filoso metal por el abdomen de la fotógrafa, haciendo que temblara levemente, la rosada y húmeda lengua de Eris imito el recorrido, la navaja había cortado la ropa, permitiéndole paso atreves de la sedosa piel de Tomie, provocando que se arqueara para recibir más contacto de la compositora.

El deseo de tocarla se volvió una faena desesperante, pues sus manos permanecían imposibilitadas para concretar ese objetivo, Eris reprimió una sonrisa traviesa al ver la frustración de su amante, continuo descendiendo y con ello despojo a Tomie de los insolentes jeans.

Acomodándose sobre las estrechas caderas de Tomie, respiro con profundidad la agradable fragancia que emanaba desde el interior de Tomie.

-E-Eris… no puedo… esperar- suplico Tomie avergonzada, retorciéndose ante la exasperante necesidad de ser atendida por Eris, por encima de la fina tela, deslizo fugazmente la lengua obteniendo el resultado esperado, un gemido suave escapar, con las manos le rodeo la cintura disfrutando de la exquisita vista.

-Tomie… - refugio su rostro en aquel espacio tan ansiado donde fue recibida cariñosamente y aprisionada por los tobillos de Tomie, llevándola a un lugar sin retorno, perdida entre la intensidad, fuerza y vigor de las atenciones de Eris.

Apenas recobro la cordura, sintió las ataduras desaparecer de sus muñecas, aun su cuerpo vibraba ante el estimulante cuidado que Eris le otorgo, la cual ahora permanecía recostada en su pecho, escuchando el acelerado latido de su amante, fascinada como un niño descubriendo el mundo, sus ojos perdidos en algún lugar de su mente, mientras escuchaba el incontrolable bombeo del corazón resguardado en la tersa piel de Tomie.

Solo que la realidad se hizo presente y Eris cerró los ojos saliendo del ligero estado de ensimismamiento, sosteniendo las manos de Tomie en las suyas y beso las pequeñas marcas, hechas en las muñecas - Tomie... perdón- dijo un poco arrepentida.
-Eris… porque te…- un dedo de nuevo detuvo las palabras.
-No permitas que haga esto de nuevo- Eris se levanto del sofá y comenzó a vestirse- iré a caminar…-
-Eris… -Tomie se abrazo fuertemente a ella-estoy bien… confió en ti…- le sostuvo el rostro hasta que se encontrara con sus ojos-¿tu confías en mi?- sonrió con ternura, viendo el abismo en los ojos que le devolvían la mirada.
-Si…- la abrazo fuertemente, haciendo que ambas descendieran de rodillas en la alfombra- Tomie…eres alguien muy peculiar…-

-¿Ese es un elogio?- bromeo Tomie acunándola en sus brazos.

-No…-admitió Eris jugando con los risos que caían de los hombros de Tomie- es una observación…esto es un elogio-se acerco a su oído y susurro algo para ella, provocando que un curioso sonrojo se posara sobre las mejillas de la fotógrafa, y le lambio juguetonamente la oreja, enfatizando lo que le dijo.

“Sabes tan bien que no me importaría morir embriagada por ti”

Las inquietudes o preocupaciones que Tomie tenía desde su reunión con Layla se habían disipado, entre los brazos de Eris esa noche.
***
Encontró al menos algunas notas del antiguo y jubilado inspector que llevaba el caso, en el algunos nombres, incluyendo el propio, un reportero que poco después de la gran captura, fue hallado atragantado en el sillón de su casa, una tritura puede ser mortal, pero no como para asfixiarle, no se investigo a fondo, el caso fue cerrado o ni siquiera se molestaron en averiguar lo sucedido al repulsivo reportero que se aferraba a la creencia que tenían a la persona equivocada y el asesino en realidad salía por la puerta grande.

-Y mira lo que te costo…- murmuro Layla mientras seguía buscando en ese caso, como era de esperar, ese reportero trabajaba para el mismo periódico de- Tomie Yomiko… - suspiro profundamente, esperaba que cooperara con ella, aquel reportero no logro publicar sus descubrimientos.

La muestra de ADN del cigarrillo probablemente coincidirá con la saliva encontrada en una paleta de caramelo dejada de forma aparentemente descuidada en el anaquel de la habitación de Francesca Helkins, lo curioso que ese análisis también fue removido, en aquel entonces, no se tomo importancia, la sección de objetos confiscados seria un lugar donde empezar.

El asesino de las sombras parecía ser el mismo, pero había cosas que no encajaban, tendría que averiguar la conexión de las victimas actuales, desplego el archivo y el 60% de las víctimas fueron personas respetables, el problema era las otras, ¿Qué conexión tenían?.

-Qué es lo que no encaja aquí…- miro las fotos y los antecedentes de cada uno, los más destacados por nivel de crueldad.

-Quizás nada…–la doctora entraba a su oficina, Layla había ocupado ese lugar desde el acuerdo, los archivos que tenia eran extraídas de forma clandestina con la ayuda de un colega.- veo que has agregado uno nuevo –señalo la foto del tipo que estaba colgado en el muro.

-Es Joel Lobaski, era un investigador privado, no era un persona muy digna que digamos…-comento Layla sacando el expediente- estuvo en la fuerza armada durante su juventud, fue dado de baja sin honores por conflictos internos, se le consideraba algo violento…-

-¿y la foto?- ese homicidio aun no había sido mencionado.- parece tomada de forma muy especial…

-Tomie Yomiko –dijo Layla apartando la foto- fue quien tomo las fotos -

-¿las?- vio que se desplegaba otro juego de fotos, la doctora las observo cuidadosamente- mmm… se toma muy en serio su trabajo… -“es como si estuviera admirando la escena”

-¿Por qué lo dices? –por alguna razón no sonaba muy bien ese comentario.

-Nada en particular…-el teléfono sonó-¿diga?.. si claro enseguida… avísame cuando llegue –

-¿pasa algo?-indago Layla organizando todo.

-Si… tengo un paciente, en unos minutos –informo la doctora.

-Vale, te veré más tarde… iré a ver al viejo inspector, quizás tenga algo –
-De acuerdo –dijo la doctora- ¿puedo quedarme con estas fotos?- sugirió inesperadamente, Layla asintió, saliendo de la oficina.

Layla había logrado contactar al inspector jubilado, que accedió sin rodeos nada màs mencionar el viejo caso de hace 5 años, al salir a la calle tropezó con alguien por seguir distraída en sus pensamientos.

-Oh lo siento- se disculpo Layla dejándole pasar.

-Descuide...-una voz generosa se escucho, obligándole a levantar la mirada, para terminar atrapada en un abismal océano azul, le pareció eterno, cuando tan solo fue unos segundos, Layla siguió con la mirada aquella hermosa mujer.

-… - esa extraña impresión de deja vu le invadió- Tengo la sensación de haberle visto antes...- solo que su memoria le estaba traicionando en ese momento.
****
-Buen día Eris – saludo la doctora, dejándole pasar al consultorio.

-Muy buen día, Doctora…-Eris tomo el lugar de siempre- espero no a ver sido inoportuna…-

La doctora le sorprendió un poco el comentario-¿Por qué lo dices?, si no mal recuerdo has cambiado tu cita para hoy –

Eris noto un folder sobre salir de entre los libros que estaban ordenados en la repisa adjunta al escritorio de la doctora.

-Es algo inusual en ti… -considero la doctora, buscando su block de anotaciones- debes tener algo importante para mañana –

-Podría decirse…-Eris recorrió el lugar, hasta detenerse frente a los libros – ah cambiado su perfume Doctora –

-No –la doctora estudio la forma territorial con el que Eris se movía, hasta que descubrió su descuido con los archivos olvidados por Layla.

-Que bueno…- con el índice Eris empujo el folder para ponerlos a la misma distancia que los demás libros- me agrada la fragancia que tiene usualmente…-

Eris se había sentado justo enfrente de ella, la doctora volvió a experimentar el sigilo de la compositora, sorprendiéndole nuevamente
“¿Cómo es que puede minimizar su presencia?” Eris era fascinante, muy a su pesar profesional, la Doctora tenía cierto interés en la mente erudita de la compositora, su percepción de las cosas era muy diferente a la de muchos.

-A veces no se trata de buscar… si no de obtener –concluyo Eris jugando con una florecilla que volvía a colocar en su sitio.
***

Dedos peregrinaban por los horizontes tersos y sedosos del cálido cuerpo bajo sus yemas, sabanas austeras se ceñían en la estrecha cintura que envolvían celosamente, la iris de pupila azul se dilataron absorbiendo las majestuosas curvas que guiaban a unas torneadas piernas.

( -Abriendo el Archivo 0956, Dr. Douglas Alejandra; Perfil aproximado del Asesino de las sombras…- la doctora pauso la grabadora y cerró los ojos para ordenar sus ideas, en la oscuridad de su consultorio, solía ayudarle a pensar mejor.)

Respiro profundamente aquella ligera esencia que se desprendía grácilmente, embelesada ante tan gloriosa imagen no pudo contenerse y sus dedos fueron sustituidos por unos labios carmesí.

-Tomie…- deposito un beso, y luego otro, y otro, degustando el exquisito sabor de su amante, una palabra se formo en su mente “Eternidad” recostó su mejilla en la espalda de la fotógrafa, podía percibir el tenue latido de un corazón que aclamaba por vivir.

(-El individuo, de alto nivel de inteligencia, organizado y puede parecer excéntrico con respecto al orden, es muy empático, lo cual hace que pase desapercibido o al menos sus víctimas no le consideren un peligro, su cautela le convierte en un excelente actor, capaz de camuflar su personalidad con facilidad, un simulador esplendido – pauso por un momento mientras miraba el tictac del reloj marcando pasada las 11 de la noche)

-Eris… ¿qué tienes?- se giro para encontrar la distante mirada de la compositora.

Como un sueño del cual no deseaba despertar, descubriéndose en los amorosos ojos de Tomie, necesitaba tocarle, lo ansiaba como el mar necesita desembocar en el océano, acaricio los labios que pronunciaron su nombre, del modo que alguien admira la joya más esplendida del mundo y los armoniosos pechos que se convirtieron en el refugio más cercano al cielo, en mitad de esta tierra olvidada.

(La Doctora Douglas, pasaba de foto en foto, cada imagen era más espeluznante que la otra-Es meticuloso, metódico y territorial, casi carente de emoción humana, excepto el estimulante que obtiene tras concluir sus acciones, como si las victimas fuesen las presas y el individuo el cazador…-pauso de nuevo la grabadora- ¿Qué clase de persona haría algo tan atroz a una persona?- intento contenerse apartando la mirada.- Un monstruo… alguien que busca algo, - no había ningún patrón, hasta que recordó las palabras de Eris.- no se trata de buscar…)

Cerró los ojos para empaparse de esas nuevas y apacible sentimiento.- “no deseo estar en otro lugar… si pudiera elegir donde extinguir mi existencia, eh aquí tan cerca de mi…entre la ternura de un abrazo sin intensiones falsas, entre miradas de amor y besos que consumirán mi alma –busco los ojos de Tomie- aquí y con estas manos – beso sus nudillos con adoración- no me importaría que se llevasen mi vida-

-E-Eris… me estas preocupando – Tomie le sostuvo el rostro entre sus manos, pero la respuesta nunca vino, terminando sumergidas entre la pasión, la lujuria y el ligero rastro de amor en la melodía exquisita jamás creada por Eris.


2 comentarios

  1. creo que ya hice evidente por facebook mi emoción por este capitulo xD
    en caso de que no... simplemente amo como puede cambiar y cuanto se puede entregar Eris cuando esta con Tomie ~ sigo leyendo

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  2. Este capítulo y el pasado me han dejado en la zozobra... que bello, me encanta como escribes :3

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